El valedor defiende la "libertad lingüística" y avisa al BNG de que además de las leyes gallegas "está la Constitución"

Actualizado: lunes, 22 marzo 2010 21:24

Suárez Canal constata las dificultades de los gallegohablantes y Cerviño apunta que las "quejas están en la calle, RAG y sindicatos"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El valedor do Pobo, Benigno López, defendió hoy la "libertad lingüística" de los individuos y avisó al BNG de que, además de citar la legislación gallega al respecto de la lengua propia --Ley de Normalización Lingüística o Plan de Normalización--, recuerde que también "está la Constitución". "Los que estamos aquí estamos gracias a esas libertades, ¿quieren que nos carguemos la libertad del individuo?", espetó a los nacionalistas, para rematar: "¡Acuérdese de que también está la Constitución española!".

"Sólo recordar que algunos de los que estamos aquí padecimos cárcel por defender esas libertades, incluidas las lingüísticas", replicó, ya fuera de tiempo desde su asiento, el diputado nacionalista Alfredo Suárez Canal, quien previamente había recordado la necesidad de defender los derechos de los gallegohablantes, que tienen "dificultades" para desarrollar su vida en la lengua propia.

Si bien en una primera intervención para dar a conocer a los miembros de la Comisión de Peticións el informe de gestión correspondiente a 2009 la cuestión lingüística apenas ocupó unos minutos, el valedor centró buena parte de su réplica a este asunto, lo que motivó una ronda de intervenciones extras de los grupos parlamentarios a petición de Suárez Canal.

Así, y aunque las quejas por cuestiones lingüísticas descendieron en 79 respecto del año anterior, el parlamentario del Bloque requirió al valedor una explicación de estos datos, puesto que la legislación vigente "es la misma" que cuando gobernaba el bipartito, al tiempo que se preguntó por qué de los nueve informes emitidos acerca de las quejas de oficio, ocho de ellos se referían a derechos conculcados de castellanohablantes.

"La realidad es otra", opuso a esos datos Suárez Canal, quien apostó, con todo, por defender los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos hablen el idioma que hablen. También el socialista Francisco Cerviño intervino en términos similares para alertar al valedor que "los únicos derechos que se conculcan son los de gallegohablantes" y entendió que "nadie puede obligar a hablar ningún idioma", pero sí se "pueden defender el derecho" a poder hacerlo.

"Había una plataforma independiente, A Mesa (pola Normalización Lingüística) que paró su actividad", diagnosticó en relación a la bajada del número de quejas el valedor, quien defendió en varias ocasiones de su intervención que su misión es informar de lo que "pase en la calle", mientras que es labor de los diputados el detectar "por qué". "¡Pregúntenles ustedes, que la tienen más cerca (a A Mesa), el porqué"!, animó, a reglón seguido, al diputado del BNG.

Benigno López insistió en que en su "casa", el Valedor do Pobo, "el gallego es el único idioma que se defiende" y advirtió al BNG de que "hay muchas formas de defender el gallego y a Galicia". "Y la Galicia que ustedes defienden no tiene nada que ver con la siente la mayoría", apostilló, para avisar de que no puede "ir con una pistola en el pecho a cada ciudadano para que hable gallego".

"No voy a tomar la pancarta de ningún partido político para defender sus intereses", continuó Benigno López, quien aseguró a los diputados que quizás "vengan de profesiones que no comprenden que alguien puede dejar la ideología en casa", pero apeló a su dedicación 30 años al ámbito judicial, para asegurar que él sí aparca sus posturas en el trabajo.

Las críticas vertidas al respecto las dirigió, fundamentalmente, al BNG, al que acusó de "caer en el maniqueísmo" y de dar a entender "de forma muy hábil que se falsearon los datos" y que el valedor "no actúa con la misma limpieza" en función del partido político que gobierna.

"En dos años y medio no recibí más que descalificaciones de ustedes (por el BNG): Pidieron mi dimisión a las 24 horas", se quejó Benigno López, quien certificó que no tiene "ningún interés en favorecer a nadie", sino que --subrayó-- se limita a "informar de lo que pasa en la calle". "No sigan por esa línea, modifiquen el trazado, porque cuanto más me descalifiquen, más refuerzan mi posición ante la sociedad", exhortó a los nacionalistas.

Fueron estas palabras las que llevaron al diputado del Bloque a demandar la palabra para enmarca la petición de dimisión "en el juego político" y rechazar las descalificaciones de "groso calibre" emitidas hacia su formación. "Yo sólo le pedí una opinión sobre unos datos", expuso el parlamentario del Bloque quien en su discurso inicial había demandado una interpretación de por qué habían aumentado las quejas de los ciudadanos en un 21 por ciento entre mayo y diciembre, mientras que las de oficio emitidas por el valedor fueron en mayor número durante los meses en que gobernó el bipartito.

Sobre este punto en concreto, Benigno López lo achacó a las "casualidades o circunstancias", puesto que --recordó-- en ocasiones se inician quejas de oficio que se tramitan "a través de las individuales" que formulan los ciudadanos, con lo quedan superadas las primeras. "Las quejas están en la calle, en la Real Academia da Lingua, en el Consello da Cultura Galega y en los sindicatos", contrapuso Francisco Cerviño.

"Mi papel en el reglamento de la Cámara es informativo, no vengo a pasar un examen y es la clase política y el gobierno los que tienen que aceptar o no", mantuvo Benigno López. "Me sorprende que alguien que quiere cumplir el reglamento nos trate poco más que por el demonio", ironizó, a colación, el nacionalista.

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

El tono bronco de las intervenciones finales, que no impidió que el valedor y Suárez Canal se diesen la mano al concluir el debate (al igual que los demás intervinientes), estuvo precedido de la exposición de los datos del informe del valedor, en el que se constató un aumento de las quejas en materia de dependencia. "Aunque la crisis no entró en la institución en forma de queja, los ciudadanos cargaron tintas más contra las políticas sociales desplegadas por los poderes públicos", detectó el alto comisionado.

Por su parte, el diputado 'popular' Agustín Baamonde, que rehusó entrar en la polémica de la lengua suscitada en la parte final de la discusión al rechazar intervenir los minutos que tenía disponibles, sí destacó que, a la vista de los datos, "el Gobierno que dirige Alberto Núñez Feijóo progresa adecuadamente para lograr un aumento de confianza y satisfacción de la sociedad".

Asimismo, sostuvo que el informe del valedor debe servir como "herramienta de trabajo para corregir los errores" y entendió que los números, a igual que las palabras, "son polisémicos" en referencia a las diferentes interpretaciones que se pueden realizar sobre las quejas recibidas en esta institución dependiente del Parlamento autonómico. "Todo depende del cristal del prisma con que se mira", remachó.

Tanto él como el socialista Francisco Cerviño coincidieron en subrayar la inclusión de un apartado novedoso en el informe, el que versa sobre la sociedad de la información. Por su parte, el parlamentario del PSdeG demandó "más atención" a los expedientes de expropiación e incluso le requirió que se pusiese de acuerdo con el Defensor del Pueblo para promover mejoras a nivel estatal.

Durante 2009, el alto comisionado tramitó un total de 2.634 quejas, 76 más que en el ejercicio anterior a pesar de que en los primeros meses del año la sociedad "pareció mantenerse a la expectativa" debido al proceso electoral.