A CORUÑA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cientos de vecinos de Miño han vuelto a salir este sábado a las calles de este municipio coruñés, por cuarto sábado consecutivo, para reclamar la dimisión del alcalde, Ricardo Sánchez, que gobierna pese a tener solo un concejal.
Mientras, sobre este municipio sobrevuela la amenaza de una moción de censura contra Ricardo Sánchez, que fue investido regidor hace casi un mes con el apoyo de los ediles populares y expulsado de Compromiso por Galicia a raíz de ese pacto que finalmente no derivó en un acuerdo de gobierno.
Con lemas como "Por la dignidad" o "Miño no se vende", vecinos de este municipio, entre pitos y pancartas, recorrieron el trecho que une Rabazal y la Casa Consistorial para pedirle al regidor que dimita. También pudieron verse pancartas con la inscripción "40.000 porque yo lo valgo", en alusión al salario que quiso fijarse el alcalde y que el pleno rechazó con los votos en contra de PSOE y PP.
En la manifestación de este sábado tomó la palabra el líder socialista, Manuel Vázquez Faraldo, que fue el partido más votado en Miño, y que insistió en mostrar su disposición a hablar y negociar con los populares "por el bien" de este municipio, pero apeló a los populares a que "asuman que los vecinos han otorgado la responsabilidad de gobernar al PSOE".
También se dirigió a los vecinos congregados ante la Casa Consistorial la cabeza de lista del BNG en las municipales del 24 de mayo, Olalla López Barro. El alcalde gobierna en solitario frente a seis concejales del PP y seis del PSOE.
