La investigación del naufragio del 'Nuevo Marcos' apunta a la falta de balizamiento de bateas como factor clave

Gráfico de la investigación del naufragio del 'Nuevo Marcos'
Gráfico de la investigación del naufragio del 'Nuevo Marcos' - CIAIM
Publicado: martes, 16 julio 2019 13:43

   La Ciaim identifica "varios eventos accidentales" y decisiones de seguridad erróneas en un hundimiento con tres fallecidos en 2017

   PONTEVEDRA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La comisión de investigación dependiente del Ministerio de Fomento acaba de publicar el informe relativo al naufragio del pesquero 'Nuevo Marcos' --ocurrido a media milla del puerto de Combarro, en la ría de Pontevedra, con tres personas fallecidas en abril de 2017--, en el que identifica "varios eventos accidentales consecutivos" como causa del siniestro. Entre ellos, apunta como factor clave a la falta de balizamiento de las bateas contra las que chocó el cerquero.

   De hecho, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) dedica buena parte de su informe de 34 páginas a analizar el impacto en una ruta en "la que existía un cierto riesgo de colisión por la existencia en la misma del polígono de bateas sin señalizar".

   Y es que a raíz de este suceso, "se ha comprobado que la posición de las bateas del polígono Portonovo D, contra el que colisionó el 'Nuevo Marcos', no se ajusta a la orden que lo regula". Así, "aparecen en blanco las coordenadas geográficas en que se fondearon las citadas bateas".

   Aunque la investigación remarca que los patrones de la zona navegan habitualmente "a la vista" y no mediante cartas náuticas electrónicas o posicionamiento GPS, también se deja patente que "la ausencia de balizamiento de los límites de la zona de bateas contribuyó objetivamente a que se produjera la colisión".

   Por tal motivo, la Ciaim insta en sus recomendaciones de seguridad a la Xunta y al Ministerio de Fomento a evaluar si las bateas del polígono Portonovo D "suponen un riesgo para la navegación", al tiempo que llama a "la instalación del balizamiento". Además, emplaza a actualizar su posición y modificar las cartas náuticas oficiales.

   Sobre las 4,00 horas de la madrugada del 26 de abril de 2017 el 'Nuevo Marcos' colisionó contra una batea mientras navegaba con cinco tripulantes desde el puerto de Marín al de Combarro. Tras ello se produjo una inundación "masiva" que dio lugar a un rápido hundimiento. Uno de los tripulantes nadó durante más de una hora hacia la costa para pedir ayuda, mientras otro fue rescatado al estar agarrado a las bateas, en un accidente en el que murieron tres personas.

CÚMULO DE FALTA DE MEDIDAS DE PROTECCIÓN

   Más allá de que el polígono "no disponía de ninguna baliza o marca que lo señalara", en sus conclusiones la investigación observa un cúmulo de falta de medidas de protección.

   De tal forma, el radar "no estaba en funcionamiento o no estaba siendo atendido" por ausencia de vigilancia, por lo que no se detectaron las bateas. Por ello, "a la vista de las evidencias, parece que el patrón no fue consciente de la posición relativa en la que se encontraba la embarcación respecto al polígono de bateas", concluye la Ciaim.

   Después de eso, la tripulación no se detuvo a evaluar los daños, de manera que la embarcación continuó su navegación que favoreció la rápida vía de agua que llevó al naufragio. Y es que explica que si se hubiese parado la embarcación "probablemente" no se hubiera hundido o la tripulación "hubiera tenido más tiempo para protegerse" y pedir ayuda.

   "Posteriormente, tampoco se tomó medida de protección alguna que permitiera a la tripulación ponerse a salvo de manera efectiva. La tripulación no fue consciente de la gravedad de la situación como lo muestran los hechos de que no se ordenara el abandono, ni preparar la balsa salvavidas ni colocarse los chalecos salvavidas ni tan siquiera avisar a las embarcaciones de la zona o a Sasemar del suceso", relata este informe. "Posiblemente se juzgó que el puerto de destino era más accesible de lo que en realidad era", agrega.

   Asimismo, la investigación establece la "incertidumbre" sobre el destino de la embarcación, aunque se cree que iban a faenar al este de la isla de Tambo. Tampoco se sabe quién estaba gobernando la embarcación, dado que los dos tripulantes que se salvaron iban durmiendo.

   Al estado de "confusión" de los navegantes debido a la colisión, se suma que "su conciencia de seguridad no era la adecuada", dado que "el orden de prioridades de la tripulación no estaba suficientemente asentado en cuanto a hacer prevalecer la seguridad de la tripulación y el buque por encima del resto de consideraciones".

   Otro factor a tener en cuenta en la visibilidad en el siniestro es que era una noche "sin luna" y "oscura", lo que "no permitía ver las bateas a no ser que se estuviera vigilando el radar". Precisamente, la Ciaim realiza la recomendación a los patrones de que "deben anticipar la posible limitación de sus capacidades para trabajar en horario nocturno".

   Apunta como hipótesis de que la radiobaliza no saliese a flote para dar aviso del accidente a que pudo quedar retenida por las cajas de pescado que estaban en cubierta, las cuales emergieron antes.

ANGUSTIOSO PERIPLO PARA PEDIR AYUDA

   En el informe se relata el angustioso periplo del superviviente que nadó durante más de una hora para llegar a tierra a pedir auxilio. Alcanzó la costa en la zona de Chancelas con síntomas de hipotermia.

   Allí, trepó unos muros para llegar hasta la carretera en donde reclamó ayuda de varios vehículos que pasaron por la zona sin detenerse ninguno, incluido un camión de la basura del Ayuntamiento de Poio "al que pidió auxilio y ni siquiera paró a interesarse".

   Finalmente, continuó corriendo hasta la zona de Combarro, en donde timbró a dos casas pero no consiguió que abriese nadie. Finalmente, encontró a un conocido en un playa cercana, que fue quien llamó al 112.

Leer más acerca de: