Cada semana fallecen o resultan heridos graves dos jóvenes en accidentes de tráfico en Baleares, según el RACC

Accidente en la M-203
COMUNIDAD DE MADRID
Actualizado: jueves, 24 marzo 2011 14:17

PALMA DE MALLORCA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Cada semana fallecen o resultan heridos graves dos jóvenes entre 18 y 29 años en accidentes de tráfico en Baleares, según el RACC, que ha recordado que en el 2009, fallecieron 5 jóvenes en las islas, mientras que 116 resultaron heridos graves y 787 leves, si bien estos datos suponen una reducción del 60 por ciento en relación al periodo comprendido entre 2000 y 2008, cuando fallecían anualmente de media 41 jóvenes en las carreteras.

En una rueda de prensa, el gerente de programas de la Fundación RACC, Xavier Ruestes, ha detallado que si bien entre el 2000 y el 2008, los jóvenes representaban el 36 por ciento del total de muertos en accidentes de tráfico en el archipiélago y el 41 por ciento de los heridos graves, en el 2009 estos porcentajes se redujeron hasta un 12,5 y un 36,5 por ciento, respectivamente.

Respecto a las causas, ha destacado que cuatro de cada diez accidentes mortales (40 por ciento) está provocado por un exceso de velocidad, mientras que la otra causa principal en el 34 por ciento de los siniestros fueron las distracciones, como hablar por teléfono o cambiar el CD, entre otras.

Actualmente, Ruestes ha recordado que los accidentes de tráfico son la primera causa individual de muerte entre los jóvenes de 20 a 29 años, al representar el 40 por ciento de los fallecimientos, si bien este porcentaje es aún superior en los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 19 años (45 por ciento).

No obstante, ha recalcado que la tasa de riesgo entre los jóvenes, que mide el número de muertos en accidente de tráfico por cada 100.000 habitantes, ha caído de forma significativa en el último año, respecto al periodo 2000-08, de forma que ha pasado de una media del 19,8 al 2,3 por ciento en el 2009, mientras que la del conjunto de la población ha pasado del 12,1 al 3,7 por ciento.

De este modo, ha apuntado que si en el año 2000, fallecían en Baleares 31,8 jóvenes por cada 100.000 habitantes, siendo la tasa más elevada del Estado, por el contrario, en el 2009 se registró la tasa más baja, con 2,3 jóvenes muertos por cada 100.000 habitantes, mientras que a nivel estatal alcanzaba la cifra de 6,9, situándose entre los cinco primeros países europeos con menos fallecidos en este tramo de edad en las carreteras.

Una de las causas por las que se ha reducido esta accidentabilidad en el archipiélago, según ha recalcado Ruestes, es el incremento en el uso de los sistemas de seguridad, ya que en el 2009, el 91 por ciento de los conductores de Baleares usaba el cinturón de seguridad, lo que significa que "todavía hay más de 40.000 conductores que no lo usan".

Asimismo, el cien por cien de los conductores de motocicleta lleva casco, mientras que esta medida de seguridad es utilizada por el 98 por ciento de los usuarios del ciclomotor.

Otro de los datos que ha destacado el RACC es el coste económico que tienen los accidentes de tráfico en la economía balear, ya que, según ha revelado, representan el 0,57 por ciento del PIB, mientras que, concretamente, el coste de los siniestros en los que están implicados los jóvenes suponen el 0,20 por ciento del PIB.

"VALE LA PENA INVERTIR EN LAS CARRETERAS"

Por esta razón, ha remarcado que "vale la pena invertir en mejorar la seguridad viaria en las carreteras, ya que si se reduce la mortalidad, también se disminuirán los costes que los accidentes tienen para la economía balear".

En esta línea, ha explicado que los costes se refieren a los gastos que los accidentes suponen en servicios de emergencias (policía y bomberos); servicios sanitarios; costes a la actividad productiva (bajas laborales de los heridos); costes materiales de reparación y reformas en las viviendas para adaptarlas a las personas que han quedado disminuidas tras un siniestro de tráfico.

Por otra parte, el responsable del RACC ha advertido de que durante el primer año tras sacarse el carné de conducir, una persona tiene "cinco veces más" de riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Para reducir aún más la siniestralidad en las carreteras, ha abogado por reforzar las pruebas de obtención del permiso de conducir, respecto a lo que hace referencia a seguridad viaria y riesgos de los jóvenes en la conducción; potenciar la figura del conductor alternativo; comenzar desde la infancia a educar en seguridad vial; y a lograr un cambio de actitud, sobre todo, entre los jóvenes, quienes, según ha recordado, tienen "más propensión al riesgo que la población adulta".