PALMA DE MALLORCA, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Palma ha asegurado que las dos intérpretes que integraban el servicio de lenguaje de signos del Consistorio que ha sido suprimido tenían un contrato interino en régimen de media jornada, aunque sólo trabajaban un día al mes en las sesiones plenarias.
El Consistorio ha explicado en un comunicado la situación laboral de estas trabajadoras después de que el Grupo Socialista Municipal haya criticado la supresión de este servicio y lo haya calificado de "un claro retroceso en el camino de la modernización de la administración y, un incremento de las desigualdades de acceso a información municipal a la que también tienen derecho los ciudadanos con discapacidad auditiva".
Desde el Ayuntamiento han indicado que ambas trabajadoras estaban exentas de cumplir horario, carecían de puesto físico de trabajo y sólo dependían de Aina Calvo a la hora de rendir cuentas de su jornada laboral.
Además, han agregado que no formaban parte de la plantilla, sino que estaban contratadas en función de un proyecto de inversión llamado 'Projecte signes' y su contrato expiraba el 31 de diciembre.
Para el Ayuntamiento, "esta desproporción constituía un agravio comparativo con el resto de funcionarios y empleados municipales, que deben acudir cada día a su puesto de trabajo".
También han apuntado que el tipo de contrato como "personal interino a tiempo parcial" es "totalmente atípico en el organigrama municipal" y que ellas suponían un caso "único" en todo el Ayuntamiento.
El nuevo equipo de gobierno del PP ha considerado "incomprensible" la "relevancia que el Grupo Municipal Socialista parece atribuir ahora a este servicio" cuando durante los cuatro años de su mandato no ha creado esas dos plazas y las ha dotado como el resto de la plantilla municipal.
Asimismo, ha considerado que esta disparidad entre el régimen de media jornada y la obligación de trabajar un único día al mes "no supone precisamente un ejemplo del mejor modo de gestionar con eficacia el dinero público".
Por otra parte, el Ayuntamiento ha informado de que hasta el pasado mes de abril, ambas empleadas cobraban 876 euros brutos al mes por un único día de trabajo. No obstante, "a raíz de sus quejas", en mayo (el mismo mes de las elecciones) se les subió el sueldo a 1.167,77 euros brutos al mes, lo cual supone un incremento en su nómina del 33,2%.
En este sentido, desde el Ayuntamiento se han mostrado sorprendidos de este aumento porque "no se corresponde en absoluto con la grave situación económica actual ni se ajusta a la evolución de los salarios del resto del personal municipal".
Además, han añadido que pese al incremento salarial, las dos intérpretes han vuelto a quejarse de su situación laboral desde la entrada del nuevo equipo de gobierno en el mes de junio.
El Ayuntamiento rescindió sus contratos el pasado 5 de agosto, dado que en este mes no hay pleno municipal y que hasta el 29 de septiembre no se realizará el próximo.
No obstante, ha subrayado que está trabajando para buscar una solución, ya sea a través de la Asociación Balear de Intérpretes de Signos (Abils) o mediante la posibilidad de una solución conjunta con el Consell y el Parlament para el servicio de intérpretes de signos, puesto que las tres instituciones tienen las mismas necesidades.
En cualquier caso, el Ayuntamiento ha remarcado su "firme compromiso" con la accesibilidad de todos los ciudadanos.
