PALMA DE MALLORCA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
Las gasolineras de Baleares no se sumarán al cierre patronal convocado por la Confederación Española de Estaciones de Servicio (CEEES) para el jueves 25 de mayo, ya que, en su mayoría están integradas en la otra gran organización del sector, la Agrupación de Vendedores al Por Menor de Carburantes (AEVECAR), que no secunda el cierre.
Así lo manifestó hoy a Europa Press el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Jesús Salas, quien restó importancia al conflicto suscitado por una presunta imposición de precios por parte de las petroleras al señalar que "depende del tipo de contrato que tenga cada distribuidor con su suministradora", dijo.
Salas, quien también ocupa el cargo de vicepresidente de AEVECAR, descartó que la confederación se sume después de la reunión que la junta directiva mantendrá el martes 23 de mayo en Valencia y, en su lugar, aseguró que los asuntos a tratar se centrarán en la suspensión de la venta de tabaco, que, junto a la que se impuso sobre el alcohol tiempo atrás, causan serios perjuicios económicos a las gasolineras.
Las Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares cuenta con 103 asociados, de un total de 250 puntos de distribución de combustible existentes en Baleares, entre los que figuran los surtidores ubicados en puertos deportivos, así como otras unidades de suministro pequeñas.
También cabe destacar que dos grupos empresariales, con algo más de una treintena de gasolineras, no están adheridos a ninguna de las dos patronales y, previsiblemente, tampoco tomarán parte en el cierre.
Según Jesús Salas, en caso de que AEVECAR decidiera más adelante realizar protestas, éstas se deberían a la "discriminación" de las gasolineras en la venta de tabaco y alcohol respecto a otros canales de distribución y se traducirían, inicialmente, en cierres nocturnos, al ser el período en que menos facturación realizan las estaciones.
La CEEES, que agrupa a casi 4.000 gasolineras, quiere que se cumplan las sentencias del Tribunal de Defensa de la Competencia y que las grandes compañías, Repsol y Cepsa, dejen de fijar el precio de venta de los carburantes.
Concretamente, la patronal de estaciones de servicio demanda "un mercado de libre competencia que permita al propietario de la estación de servicio poder decidir su futuro sin tener que someterse a contratos nulos o hechos en fraude de ley de exclusividad con las petroleras".
