PALMA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las neules calades --neulas caladas, en castellano-- han sido este jueves declaradas Bien de Interés Cultural Inmaterial en el pleno del Consell de Mallorca con lo que culmina el trámite oficial para su salvaguarda y protección.
La protección por parte de la institución insular, precisamente a las puertas de la Navidad cuando gozan de mayor difusión y esplendor, es la culminación a un proceso que arrancó hace un año, cuando por unanimidad la Comisión de Patrimonio dio el visto bueno a la propuesta de salvaguarda de este patrimonio de la isla como bien de interés cultural inmaterial.
El expediente de las neulas calades ha sido el primer expediente que tramita el Consell Asesor de Patrimonio Cultural Inmaterial, creado el año pasado por el Consell de Mallorca con el objetivo de proteger y salvaguardar las tradiciones y expresiones culturales de la isla.
Este grupo de expertos está compuesto por el historiador Juan José Soler Martínez, la escritora e investigadora de literatura oral Caterina Valriu Llinàs, el cronista de la ciudad de Palma Bartomeu Bestard Cladera, la musicóloga Eugènia Gallego Cañellas y la artesana de moda e investigadora Joana Maria Borrás Riera.
¿QUÉ SON LAS NEULES CALADES?
Pero, ¿qué son exactamente las neules calades, esta manifestación cultural centenaria que es posible contemplar en las decoraciones típicas mallorquinas y por qué es importante su protección y salvaguarda?
Las neules calades son un adorno navideño típico de Mallorca. Se elaboran con papel blanco y se caracterizan por sus recortes detallados, que forman dibujos y símbolos tradicionales como estrellas, ángeles o motivos vegetales.
Antiguamente se colocaban en los techos y en los árboles de las iglesias y de las casas mallorquinas durante la Navidad, aportando un ambiente especial, lleno de luz y espiritualidad.
Los motivos más habituales que se incluyen en esta manifestación artística son las estrellas, los ángeles o los motivos florales, aunque algunas logran plasmar auténticas y completas escenas navideñas y otros motivos.
La importancia de la protección de las neules calades radica en que constituyen un elemento al que la sociedad mallorquina otorga un importante valor simbólico y asociado al Adviento y la Navidad. Decoran la práctica totalidad de los edificios religiosos, así como los techos de los belenes, y cada vez están más presentes en otros tipos de espacios, como las casas particulares, las tiendas y los espacios públicos.
Las neules calades no han sido objeto de estudios monográficos, pero sí están presentes en toda la literatura sobre las tradiciones y fiestas locales. Aparecen en la obra de un numeroso grupo de escritores y poetas como Ramon Llull, Antoni Maria Alcover, Pere d'Alcàntara Penya o Maria Antònia Salvà, así como en el cancionero popular, en refranes populares y en algunas recetas de la gastronomía local.
La función decorativa de las neules colgadas en los espacios religiosos también está documentada en diferentes espacios a partir del siglo XIV, donde se utilizaban tanto de harina como de papel.
En el caso de Mallorca, la primera fecha de la cual existe conocimiento es la de 1359, momento en que se decoró la capilla de Santa Anna, en la Almudaina, con motivo de la festividad de santa Pràxedes.
En el caso de la Catedral de Mallorca, las primeras referencias documentales apuntan a que el año 1389 se colgaban neules, mirto, laurel y carrizo.
La tradición de decorar las iglesias con neules (enneular) se fue perdiendo a medida que todas las celebraciones paralitúrgicas se fueron dejando de celebrar, principalmente las vinculadas a las celebraciones de Adviento, así como en otras celebraciones de tipo parateatral como la Pascua, Pentecostés o la Asunción, a causa de las reacciones populares durante la liturgia, las cuales eran consideradas como poco adecuadas.
En el caso de Mallorca esta manifestación continuó a lo largo de los siglos de manera ininterrumpida, como también pasó con el canto de la Sibil·la, con el cual está muy relacionado.
De hecho, es en Mallorca y en algunos lugares concretos de Menorca donde esta tradición se ha mantenido siempre viva, de aquí sus importantes valores culturales, mientras que en lugares peninsulares fueron desapareciendo y en Cataluña y Valencia, donde también tenían mucha presencia, se perdió la tradición durante el siglo XIX, y donde, los últimos años, se ha vuelto a recuperar en espacios concretos.
¿CÓMO SE CONSIGUEN LAS TRAMAS?
Las neules calades se hacen a partir de recortar un disco de papel con tijeras, cúter o bisturí, creando unas formas con motivos muy variados.
La elaboración requiere de destreza manual e ingenio, ya que algunos diseños parecen auténticas filigranas.
Aunque la mayoría hacen referencia a la época de Navidad, también se pueden encontrar motivos relacionados con actividades del campo, escudos, iglesias, monumentos, dibujos geométricos, animales y muchos otros.
La transmisión de la elaboración manual de neules para la decoración se ha hecho tradicionalmente a través de personas particulares y colectivos, generalmente mujeres, relacionadas de manera directa o indirecta con la Iglesia, que han enseñado cómo hacerlas de manera manual dentro del ámbito doméstico o en los conventos de monjas.
Actualmente se realizan talleres de iniciación y de perfeccionamiento para aprender la técnica e intercambiar modelos que también se pueden encontrar en las redes sociales.
¿ESTÁ LA TRADICIÓN EN RIESGO?
La pervivencia de las neules calades parece garantizada a medio plazo, aunque el hecho de que la mayoría de personas que se dedican a su confección sean de edad avanzada presenta el riesgo de que se pueda producir un salto generacional si no se enseña esta técnica a personas más jóvenes.
El principal riesgo para la pervivencia de la elaboración manual de neules calades es el cierre de la cadena de transmisión que se ha producido en los últimos años por la propia evolución social.
Por su parte, el uso de nuevas tecnologías ha propiciado la aparición de neules hechas con medios más industriales y tecnológicos, lo que puede conducir a la pérdida del trabajo manual y artesano para hacerlas, de aquí el interés de poner en valor sus valores culturales y significantes que han tenido dentro del imaginario colectivo.