El supuesto líder de los 'narcos' juzgados en Palma intentó introducir cuatro toneladas de cocaína en 2007 en Galicia

Los acusados de traficar con cocaína entre Galicia y Mallorca, en el juicio en la Audiencia Provincial de Baleares.
Los acusados de traficar con cocaína entre Galicia y Mallorca, en el juicio en la Audiencia Provincial de Baleares. - EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 29 enero 2020 17:29

Sus continuos viajes en barco a Mallorca una década después llamaron la atención de la Policía Nacional

PALMA DE MALLORCA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

M.A.R., considerado por la Fiscalía como el presunto cabecilla de una banda dedicada a introducir cocaína en Mallorca, fue detenido en 2007 en una macro-operación policial en la que se intervino un alijo de cuatro toneladas de cocaína, que iban a ser introducidas en Galicia en un barco.

Así lo ha explicado este miércoles en el agente de Policía que instruyó en Palma las diligencias que esta semana juzga la Audiencia Provincial de Baleares. Este antecedente llamó la atención de la Policía Nacional, que detectó numerosos viajes del sospechoso en barco a Mallorca en 2017. El acusado es un gallego de 54 años.

El agente ha explicado que, dado que el transporte marítimo es la principal vía de entrada de droga en la Isla, la Policía comprueba con periodicidad los listados de pasajeros que envían diariamente las principales navieras que operan en Baleares. En un mismo año, M.A.R. había realizado hasta seis viajes con dos vehículos diferentes, y con una estancia "muy breve" en Mallorca.

2007: 'OPERACIÓN CASTAÑO'

Al comprobar su ficha, la Policía descubrió que el sospechoso había sido detenido en 2007 en una gran operación policial en la que se incautaron cerca de 4.000 kilos de cocaína en Galicia, bautizada como 'Operación Castaño'.

Esta operación fue una actuación conjunta entre la Policía Nacional, la DEA americana y otras fuerzas de seguridad. Las informaciones facilitadas por la oficina americana en México y Madrid indicaban que se iba a producir una inminente descarga de cocaína en altamar, en un 'buque nodriza' que había zarpado de Venezuela y que estaba controlado por un grupo de traficantes gallegos.

En junio de 2007, el 'Oceanía II' fue interceptado en aguas próximas a las islas Azores con toneladas de cocaína a bordo distribuidas en 154 fardos ocultos.

M.A.R. fue condenado en 2009 por la Audiencia Nacional por aquellos hechos a una pena de diez años de cárcel, condena que se extinguió, precisamente, en 2017.

2018: 'OPERACIÓN YUNQUE'

Esta semana, M.A.R. se enfrenta a un nuevo juicio por tráfico de drogas, en este caso en la Audiencia Provincial de Baleares y con otras diez personas en el banquillo. Las pesquisas comenzaron en 2017, cuando la Policía detectó los viajes que M.A.R. había hecho a lo largo del año entre Mallorca y la Península. La investigación culminó en 2018 en la bautizada como 'Operación Yunque'.

En 2017 llamó la atención de los agentes, además del historial delictivo de M.A.R. -ya tenía antecedentes por tráfico de drogas cuando fue detenido en 2007-, que estos viajes siempre incluían un vehículo, puesto que es un factor que encarece el billete y el hombre no tenía actividad conocida con remuneración. Como ha explicado este miércoles el inspector encargado de las diligencias, para estos desplazamientos, el acusado utilizaba dos turismos, uno a su nombre y otro del que era titular su pareja, también procesada.El poblado de Son Banya

En una de estas visitas, la Policía organizó un dispositivo de vigilancia y comprobó que M.A.R se dirigía el poblado de Son Banya, un conocido punto de distribución de droga en Palma. En esta operación de seguimiento, los agentes vieron cómo el sospechoso "daba una vuelta completa" al poblado y después entraba. La Policía continuó haciendo seguimientos a sus trayectos en coche, aunque en alguna ocasión los agentes tuvieron que "soltarle" -perderle el rastro- para no ser descubiertos.

Los agentes de la Policía Nacional en Baleares solicitaron colaboración a sus compañeros de Galicia y decidieron 'balizar' los vehículos del sospechoso, además de intervenir sus teléfonos. Estas gestiones les llevaron a encontrar conexiones con otros narcotraficantes gallegos, conocidos por la Policía, y destapar una red presuntamente dedicada a introducir cocaína en Mallorca.

CONVERSACIONES TELEFÓNICAS

Parte de los pinchazos telefónicos se han reproducido en el juicio. En dichas conversaciones no se alude explícitamente a un negocio de tráfico de droga, pero los investigadores creen que los miembros del grupo tenían medidas de seguridad pactadas entre ellos por si eran escuchados.

Por ejemplo, como ha explicado el inspector de Policía, una de estas medidas sería hacerse llamadas perdidas para avisarse de que tienen que hablar por otro medio, o para pedir al otro que active un terminal diferente. De hecho, el inspector ha aclarado que es habitual entre los 'narcos' llevar consigo un terminal desconectado para no ser rastreado y cambiar constantemente de móvil. En el momento de su detención en 2018 por la operación mallorquina, M.A.R. llevaba encima siete teléfonos móviles.

El inspector ha indicado que es también frecuente que las organizaciones de traficantes de droga utilicen un lenguaje en clave cuando hablan por teléfono. El agente ha relatado, entre otros episodios, la llamada de uno de los acusados al presunto líder de la banda, en las que el subordinado estaba "muy nervioso" porque se había quedado parado con el coche en mitad de la carretera.

En esta conversación, el coacusado le decía a M.A.R. que no podía dejar el coche ahí y se mostraba preocupado por si aparecía la Guardia Civil. La Policía sospecha que el coche estaba "encaletado", es decir, que llevaba droga en un compartimento oculto. Tanto M.A.R. como el otro acusado han negado esta interpretación.

Por otra parte, la Policía también investigó un negocio de 'rent a car' vinculado a M.A.R., que consideran "un negocio tapadera" puesto que "realmente no tenía actividad", ha declarado el inspector.

EL PRESUNTO CABECILLA NIEGA SU PARTICIPACIÓN

La Audiencia Provincial de Baleares

En el juicio este miércoles M.A.R. -que sólo ha contestado a las preguntas de su abogado- ha negado su participación en la trama mallorquina. Se enfrenta a una pena de siete años y medio de prisión y una multa de 800.000 euros. La Fiscalía le acusa de ser quien dirigía toda la estructura criminal, quien gestionaba la adquisición de la droga y preparaba los transportes, con la ayuda de dos hermanos que se coordinaban con él desde Galicia, entre otros colaboradores.

Según la Policía, el grupo recibía en Galicia importantes partidas de cocaína desde el sur de Andalucía y las enviaba a Mallorca en vehículos con sofisticados compartimentos ocultos. Después, la droga se distribuía posteriormente a pequeña escala por la Isla.

La agrupación actuó, presuntamente, al menos entre noviembre de 2016 y mayo de 2018. La operación policial que desmanteló el grupo incluyó registros en Ses Salines y Llucmajor, en Mallorca, y en Vilagarcía de Arousa y Pontevedra, en Galicia.

Cinco de los once acusados en esta pieza reconocieron el martes, en la primera sesión del juicio, su implicación en la trama de narcotráfico, en virtud de un pacto con Fiscalía.

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