Un total de seis kilómetros de cable eléctrico de cobre fueron robados en Palma en el último año

PALMA DE MALLORCA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El robo de cable eléctrico para vender ilegalmente el cobre que lleva en su interior, una técnica que se extendió en los últimos años debido a elevado precio de este mineral en el mercado, supuso la sustracción de un total de seis kilómetros de este material en Palma de Mallorca durante 2009, principalmente, en los polígonos industriales que rodean la ciudad, así como en áreas urbanas poco cohesionadas.

Así lo expusieron hoy el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Donaire, y el técnico del servicio de Alumbrado municipal Jaume Pomar, quienes dieron a conocer el nuevo plan para dar respuesta a ese tipo de delincuencia, que tuvo un coste de entre 35.000 y 40.000 euros para el Ayuntamiento durante el pasado ejercicio, y que consiste en la instalación de 'arquetas virtuales'. O, lo que es lo mismo, enterrar las trampillas por donde se accede al cableado y las conexiones.

La medida, que lleva puesta en marcha desde hace dos semanas, afectará a la mitad del Polígono de Can Valero, desde la calle Asival hasta las que lindan con la zona rural más alejada de Palma, al tratarse del enclave más afectado por la sustracción de cableado. Hasta el punto de que el pasado mes de diciembre se encontraba a oscuras el 70 por ciento de las vías que lo conforman, expuso el vicepresidente de la patronal Asima, Francisco Martorell.

Esta circunstancia, que la policía considera que se emplea para realizar otro tipo de actividades delictivas --aprovechando las 'zonas de sombra'-- se combatirá mediante la instalación de 50 arquetas soterradas, a prueba de ladrones y vándalos, que se encuentran a 30 centímetros bajo el suelo y a las que sólo tienen acceso los empleados municipales, al contar con un mapa que identifica exactamente su ubicación, como si de un tesoro o un campo de minas se tratase.

La operación de ocultado de accesos al cableado lleva desarrollándose dos semanas, lo que tendrá un coste de 25.000 euros, procedentes de fondos estatales. Algo a lo que se ha llegado después de que se robarán segmentos del tendido "hasta cinco veces", declaró Donaire, lo que supone que cuatro de los seis kilómetros sustraídos fueron retirados en Can Valero. Un pingüe negocio hasta ahora para los delincuentes, puesto que el cobre cuesta entre 5.000 y 6.000 euros la tonelada.

CIUDAD JARDÍN Y CAN PASTILLA

Además, dependiendo del resultado que se obtenga en esta zona, el edil no descarta exportar el método a otros enclaves, entre los que aludió directamente al Polígono de Son Castelló, Ciudad Jardín o algunos puntos de Can Pastilla, puesto que la situación también se produce en "algunas urbanizaciones" de la capital balear. Pero, antes de decidir sobre ello, cabe evaluar la instalación piloto de 'arquetas virtuales'.

Concretamente, éstas se colocarán en las calles Albert, Prudenci Rovira, Francesc Baldini, además de Asival, que son las más afectadas de Can Valero por los continuos robos. Mientras que, "según como veamos que evolucionan las necesidades, las instalaremos en otras" vías, apuntó Pomar. En esta línea, Asima agradeció el esfuerzo realizado por las policías local y nacional, que incrementaron sus patrullas con la llegada del invierno y el consecuente acortamiento de las horas de luz.