PALMA DE MALLORCA 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal del Jurado condenó a 18 años de prisión al súbdito británico Richard Henry Roberts, por el asesinato de su compatriota Daniel Hastelow, en la localidad mallorquina de Magaluf, en la madrugada del 13 de enero, tras penetrar en el apartamento de la víctima de madrugada y asestarle un total de ocho puñaladas mientras dormía.
El ahora condenado, que se encontraba en prisión preventiva desde el día 15 de enero del año pasado, y que cuenta con antecedentes penales, deberá pagar además la cantidad de 90.000 euros a los padres del fallecido en concepto de indemnización de perjuicios, así como la cuarta parte de las costas judiciales.
Según el fallo, el otro acusado de participar en los hechos, el también británico Paul Anthony Griffiths, quedó absuelto de su participación en la muerte de Hastelow, "persona muy violenta, agresiva y que continuamente buscaba peleas", por lo que fue puesto libertad el pasado 24 de septiembre, quedando libre de acusaciones de cualquier tipo por esta causa.
La agresión fatal se desencadenó en un bar de la zona turística costera de Magaluf, en el que coincidieron los tres británicos en la noche del 11 al 12 de enero de 2008, cuando Richard Henry Roberts sufrió una agresión por parte de la víctima, Daniel Hastelow. Mientras que, en el mismo lugar pero la noche siguiente, recibió una amenaza de muerte.
A las 04.00 horas de esa madrugada, Roberts, "habiendo violentado, él o su compañero, o ambos, de un fuerte empujón o patada la puerta de acceso al apartamento" que ocupaba Hastelow --en compañía de otros dos británicos--, penetraron en su interior y se consumó la venganza por las agresiones sufridas, acuchillando a la víctima mientras aún dormía, expone la sentencia emanada por el magistrado Eduardo Calderón.
Para ello, se valió de un cuchillo de cocina con una hoja de entre 15 y 20 centímetros de longitud, que en el ataque --perpetrado cuando Hastelow se encontraba bajo los efectos del alcohol-- afectó a varios órganos vitales, lo que provocó una gran pérdida de sangre que le provocó la muerte horas después. Por su parte, los otros dos moradores del apartamento huyeron atemorizados del mismo, cuando descubrieron al despertarse el asesinato.