KABÚL 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El número de pacientes y de personas con necesidad de asistencia médica se triplicó en los últimos tres años en la provincia de Helmand, una de las más azotadas por la insurgencia y situada en el sur de Afganistán, según informó la agencia de noticias de la ONU IRIN.
"Hace tres años teníamos ocupadas de 20 a 30 camas en el hospital al mismo tiempo, pero el número se ha incrementado hasta 80 o 90", indicó el director del Departamento de Sanidad Pública de Helmand, Enayatulá Ghaffari. El subdirector del hospital Bhust (situado en Lashkargah, la capital de la provincia), Nisar Ahmad Barak, comentó que el número de pacientes que reciben tratamiento médico en su hospital ha superado las 300 personas al día.
Cerca de una cuarta parte de los pacientes de los hospitales de la provincia son personas implicadas en los enfrentamientos entre los rebeldes talibán y el Gobierno afgano respaldado por las fuerzas de la OTAN y Estados Unidos.
El 2 de agosto, las cifras de pacientes del hospital de Bhust se incrementaron tras el bombardeo del Ejército estadounidenses en el distrito de Baghran, en el norte de la provincia. Sin embargo, el hospital, que tiene capacidad sólo para 100 pacientes y que fue construido por Estados Unidos en 1955, no tenía capacidad de reserva por lo que algunos heridos tuvieron que permanecer sobre el suelo de mármol durante horas hasta que se consiguieron camas supletorias.
La provincia de Helmand, con una población estimada en unos 700.000 habitantes, sólo tiene dos hospitales en funcionamiento. "La gente conduce cientos de kilómetros para traer a sus heridos", comentó Barak. Los médicos de Helmand informaron de que habitantes de las provincias vecinas de Farah, Uruzgán y Ghor también llevan a sus pacientes para que reciban mejores tratamientos.
De las 49 clínicas que existían en 2002, unas 21 tuvieron que cerrar por los ataques a sus trabajadores. En los últimos cinco meses, dos centros de salud fueron incendiados por presuntos insurgentes en los distritos de Khan Nishen y Garamser.
Fuentes de los servicios de sanidad de Helmand denunciaron que la falta de recursos técnicos y profesionales es la culpable de los limitados servicios que son capaces de prestar. "Nuestro equipamiento médico es viejo y no tenemos recursos suficientes para tratar a los cientos de pacientes que vienen todos los días", concluyó Barak.