BERLIN, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La segunda mayor eléctrica de Alemania, RWE, obtuvo un beneficio de 3.847 millones de euros en 2006, un 72% más que en el ejercicio anterior, y cuenta con una plan de inversión de 25.000 millones para los próximos cinco años que aplicará "si las condiciones políticas lo permiten", anunció hoy la compañía.
Los ingresos alcanzaron los 44.256 millones de euros, un 12% más, después de que la cifra de negocio aumentara un 15% en Alemania y lo hiciera a un ritmo del 7% fuera de este país. El beneficio bruto de explotación aumentó un 10%, hasta 7.861 millones.
El principal hito de 2006 fue la venta de American Water por 4.700 millones, que se sumó a otras desinversiones en actividades del perímetro de negocio con un valor total de cerca de 8.800 millones.
Los efectos positivos sobre la cuenta de resultados de las ganancias extraordinarias relacionadas con estas ventas hacen que RWE prevea un beneficio neto para 2007 inferior al de 2006, pero un incremento del beneficio bruto de explotación de entre el 5% y el 10%.
Esta semana, la compañía destituyó a su consejero delegado, Harry Roels, entre quejas de algunos inversores acerca del escaso interés del directivo por emprender procesos de fusión que permitan elevar el valor de la compañía.
El sustituto, Jürgen Grossman, parece decantarse más por las adquisiciones que por la estrategia de mejora del dividendo a costa de desinversiones no estratégicas, y es amigo personal del ex canciller Gerhard Schroeder, lo que le convierte en un directivo con potencial para ganar apoyo político para las operaciones de RWE.
El 30% de RWE está en manos de autoridades públicas locales, que defienden una política de expansión basada en adquisiciones que permita al grupo ir a la zaga de su principal competidor, E.ON.
