Moon Jae-in, junto a Prayut Chan Ocha, Li Keqiang y Shinzo Abe. - -/YNA/dpa
SEÚL 6 Nov. (Reuters/EP) -
El secretario adjunto para Asia Pacífico del Departamento de Estado estadounidense, David Stilwell, ha expresado este miércoles que ve en el encuentro entre el presidente surcoreano, Moon Jae In, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, una "señal alentadora" para las relaciones bilaterales entre ambos países.
A pesar del aumento de la tensión entre los dos estados, Moon y Abe mantuvieron un breve encuentro en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Bangkok, la capital tailandesa, a la que también acudieron varios representantes del Gobierno estadounidense.
Se trata de la primera vez que los dos líderes se encuentran en más de un año. "Me agrada poder decir que mientras estuvimos allí el presidente Moon y el primer ministro Abe tuvieron la oportunidad de hablar", ha manifestado Stilwell durante su visita a Seúl, la capital surcoreana, donde se ha reunido con varios altos cargos del Gobierno.
"Es una señal alentadora que apunta a una mejora de las relaciones", ha expresado.
Durante la reunión en Tailandia, Abe y Moon respaldaron el diálogo como respuesta a la disputa política y comercial en la que se han visto sumidos los dos países.
En el fondo de la disputa diplomática entre los dos países se encuentra el fallo del Tribunal Supremo de Corea del Sur emitido en 2018, que ordena que los trabajadores surcoreanos que fueron obligados a trabajar en empresas niponas durante la ocupación japonesa de la península coreana (1910-1945) sean compensados por trabajos forzados.
Japón considera que la cuestión quedó zanjada con el tratado de 1965 que sirvió para normalizar las relaciones bilaterales. Por virtud del mismo, Corea del Sur recibió 300 millones de dólares en ayuda económica y otros 500 millones de dólares en créditos para cerrar el capítulo de la era colonial.
El dinero se utilizó principalmente para reconstruir Corea del Sur tras la guerra con Corea del Norte (1950-1953). Las víctimas se quejan de no haber recibido las compensaciones requeridas y empezaron a reclamarlas ante los tribunales en los años 90.