BUDAPEST, 2 Mar. (Reuters/EP) -
El respaldo popular al partido gobernante en Hungría, la formación conservadora Fidesz del primer ministro, Viktor Orban, ha descendido en febrero, según una encuesta realizada por el Median Institute durante los días 19 y 23 de dicho mes.
El apoyo de los húngaros al partido de Orban ha descendido hasta el 32 por ciento en febrero, dos puntos menos que en enero. Se trata del primer descenso de la popularidad de la formación desde el verano. En concreto, el respaldo de los votantes con preferencia por el Fidesz ha descendido siete puntos desde enero, hasta situarse en un 46 por ciento.
Mientras, la formación de ultraderecha Jobbik ha incrementado sus respaldos en dos puntos, hasta alcanzar el 16 por ciento, al igual que los Socialistas que ahora mantienen un 10 por ciento de los apoyos, frente al 9 por ciento registrado en enero.
"Se ha producido una ruptura, aunque no se trata de un cambio radical", ha explicado el director de Median, Endre Hann, en declaraciones a Reuters.
PROTESTAS POR LA EDUCACIÓN
Orban, que ocupa la jefatura de Gobierno desde 2010, ha cosechado una gran popularidad por su política restrictiva en materia de inmigración. En este sentido, el primer ministro juró proteger a Hungría del flujo migratorio, que recorre el continente huyendo de la guerra y la pobreza de Oriente Próximo y África.
En octubre, el apoyo al primer ministro se disparó, después de que el Gobierno ordenara construir una concertina en su frontera con Serbia y Croacia, con el objetivo de desplazar la ruta migratoria hacia el sur. No obstante, las reformas en materia de educación están debilitando el prestigio de Orban en el país.
El mes pasado se celebraron dos grandes manifestaciones contra las revisiones del sistema educativo, que muchos ciudadanos húngaros tachan de opresivas. "Las protestas de los profesores tuvieron un gran respaldo entre un amplio sector de la población", ha precisado Hann. El próximo 15 de marzo, fiesta nacional en el país, se ha convocado una nueva protesta.
Unos días después de la celebración de las protestas, Orban anunció un referéndum para someter a votación el plan de la Unión Europea para crear un sistema de reubicación de refugiados.
