BRUSELAS, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha expresado su "profunda preocupación" por los malos tratos físicos que supuestamente sufrió la ex primera ministra Yulia Timoshenko el pasado 20 de abril durante su traslado desde su celda al hospital y ha instado al Gobierno ucraniano a investigar el caso y a autorizar al embajador de la UE a visitarla.
Ashton ha expresado su "profunda precupación" por la situación de Timoshenko después de que el Defensor del Pueblo de Ucrania haya confirmado que "fue objetivo de violencia física durante su traslado de su celda al hospital el 20 de abril", así como por la decisión de Timoshenko de "iniciar una huelga de hambre" en señal de protesta.
Ashton ha recordado a Kiev que está obligado a examinar de manera "rápida e imparcial" cualquier denuncia de tortura u otras formas de maltrato cruel, inhumano o degradante y le ha instado a "garantizar el pleno respeto" del derecho de Timoshenko a recibir una asistencia médica "adecuada" en "una institución apropiada", en un comunicado emitido por su portavoz.
También ha subrayado la importancia de que la ex primera ministro tenga "acceso a sus abogados sin restricciones" y de que se permitan a sus familiares visitarla.
Ashton ha reclamado además que las autoridades ucranianas demuestren "voluntad política" y permitan que el embajador de la UE en Kiev, Jose Manuel Pinto Teixeira, pueda visitar a Timoshenko en prisión "en compañía de especialistas médicos".
Éste ya ha recibido instrucciones de visitar el penitenciario de Jarkov en cuanto sea posible, una vez den el visto bueno las autoridades del país.
Timoshenko fue condenada en octubre a siete años de cárcel tras haber sido declarada culpable de haberse excedido en sus poderes en 2009 cuando ordenó a la empresa energética estatal Naftogaz que firmase un acuerdo gasístico con Rusia perjudicial para Ucrania y también deberá pagar una multa de 189 millones de dólares (algo más de 139 millones de euros) en compensación por las pérdidas sufridas por Naftogaz, una condena que la UE ha tachado de políticamente motivada.
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