Así viven las chicas refugiadas en Beirut: "Tenemos miedo de salir solas"

Líbano.- Plan International denuncia la violencia y acoso que sufren las niñas refugiadas en Beirut
REUTERS / ALI HASHISHO - Archivo
Publicado: martes, 18 junio 2019 13:11

El 90% de las niñas y adolescentes temen salir solas y más de la mitad se enfrentan a violencia y acoso

MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las miles de niñas y adolescentes refugiadas que viven en Beirut, la capital de Líbano, no se sienten seguras en sus calles, sobre todo por la noche, ya que se enfrentan a violencia y acoso sexual con una regularidad alarmante, según se desprende de un estudio publicado por Plan International.

El informe 'Adolescentes en Emergencias: Voces de Beirut' documenta por primera vez en un contexto urbano las experiencias de las refugiadas de entre 10 y 19 años y analiza su percepción sobre las amenazas específicas a las que se enfrentan. Para su elaboración, la ONG ha entrevistado a un total de 400 chicas de entre los más de 239.000 refugiados que viven en la capital libanesa, de 2,2 millones de habitantes.

Más de la mitad de ellas se "enfrentan a violencia y acoso sexual con una regularidad alarmante y preocupante", ha denunciado Plan International, que precisa que casi el 90 por ciento de las encuestadas temen por su seguridad por la noche y el 70 por ciento se sienten inseguras si se mueven solas durante el día.

"Tenemos demasiado miedo (para salir solas). Siempre hay hombres borrachos que nos acosan e, incluso los que no lo están, también nos acosan", ha contado a la ONG una chica siria de 18 años que vive en Borj El Brajneh, un campamento de refugiados situado a las afueras de Beirut.

"La principal preocupación de las niñas y jóvenes refugiadas, independientemente de su nacionalidad y lugar de residencia, es la violencia de género, incluido el acoso sexual", ha explicado la directora general de Plan International España, Concha López.

VIOLENCIA SEXUAL

Así, "el 42 por ciento de las encuestadas afirmaron que las adolescentes como ellas, de su misma edad y nacionalidad, experimentan violencia sexual", ha resaltado. Según López, "la mayoría de las niñas y jóvenes salen a la calle con temores totalmente justificados y eso repercute en su estado de ánimo y en sus relaciones personales".

El 57 por ciento de las chicas han contado que sufren abusos verbales y emocionales, una situación más frecuente en el caso de las niñas y jóvenes sirias, especialmente en Bourj El Baranej. "Si alguien te acosa, no puedes hacer nada porque eres siria", ha lamentado una chica siria de 15 años.

El acoso no viene motivado solo por el hecho del género, sino por su condición de refugiadas. "Nos discriminan y diferencian entre las que son libanesas y las que son sirias, pero no sé por qué hacen eso", ha planteado una chica siria de 17 años, un problema que también tiene una palestina de 14 años que vive en el campo de refugiados de Shatila. "Si dices que eres palestina te ridiculizan, no solo en los colegios. Nos preguntan si somos palestinas, se ríen y se van", ha lamentado.

El matrimonio infantil es otra de las grandes barreras a las que se enfrentan las niñas y adolescentes refugiadas. Muchas de ellas han contado a la ONG que a sus amigas les obligan a casarse, una práctica que se está volviendo cada vez más frecuente, según la investigación realizada por Plan International.

En este sentido, el 10 por ciento de las niñas encuestadas dijeron estar casadas o comprometidas. "A algunas niñas, sus padres las obligan a abandonar la escuela para casarse. Todas mis amigas se han casado y ahora tienen hijos", ha comentado una chica siria de 13 años, que vive en el citado campo de refugiados.

"Desde el trabajo de nuestra organización sabemos que es fundamental asegurar que las jóvenes puedan sentirse plenamente seguras en su lugar de residencia para hacer frente a su situación de una forma más positiva", ha subrayado López.

OPTIMISTAS RESPECTO A SU FUTURO

Sin embargo, pese a la situación a la que se enfrentan, el 75 por ciento de las encuestadas aseguran sentirse optimistas respecto a su futuro y su comunidad. Algunas chicas sirias, por ejemplo, quieren ser doctoras, abogadas, modistas, ingenieras y profesoras. Según Plan International, las adolescentes están decididas a contribuir a sus comunidades y también a las cuestiones sociales, políticas y culturales que afectan a sus vidas.

La educación en este punto es clave, ya que ofrece mejores oportunidades de futuro. Sin embargo, matricularse en la escuela no es sencillo. La falta de permiso paterno, las plazas limitadas, los costes, las barreras administrativas para matricularse y el matrimonio infantil están entre las muchas razones por las que las chicas no van al colegio, ha explicado la ONG.

"No tenemos nada para el futuro, excepto la educación. Si frenas tu aprendizaje, se te cierran todas las puertas en la cara", ha defendido una chica palestina de 13 años. "Me gusta aprender y ver a mis amigas. De otra manera, me quedaría en casa y no vería a nadie", añade otra chica siria de 15 años.

Según el director del programa regional de Plan International para Oriente Próximo, Colin Lee, "a partir de estos resultados queda claro que, si bien las adolescentes tienen vulnerabilidades únicas, también tienen un enorme potencial".

"Como organización humanitaria nuestro deber no solo es ofrecer programas que protejan a las niñas adolescentes, sino también trabajar para que sea posible que tengan las mismas oportunidades que el resto de las niñas en otras partes del mundo cuyas vidas no han sido interrumpidas por la guerra", ha defendido Lee.

Así las cosas, la ONG ha llamado a la comunidad internacional a *"reconocer las necesidades específicas de las adolescentes y asegurar que se recoja su punto de vista y participación en la toma de decisiones, diseño e implementación de los programas humanitarios".

También ha defendido la necesidad de "abordar las causas fundamentales de la desigualdad de género desde los niveles legislativos, de la familia y la comunidad", así como de "eliminar las barreras que impiden a las niñas en las comunidades de refugiados asistir a la escuela".

Por último, ha reclamado que se garantice que las chicas tengan acceso a atención médica confidencial, información sobre sus derechos y salud sexual y reproductiva, y espacios seguros donde puedan reunirse, socializar y apoyar a sus compañeras.

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