TOKIO 10 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA, por sus siglas en inglés), ha expulsado a Japón por la utilización en exhibiciones de delfines capturados durante cacerías de delfines, algo que está prohibido por su normativa, informa la agencia de noticias nipona Kiodo.
La Asociación Japonesa de Zoológicos y Acuarios ha sido expulsada porque "ha incumplido el Código Ético y de Bienestar Animal de la WAZA" por la utilización de delfines cazados en Taiji, en el oeste de Japón. En ese sentido, alerta a los demás miembros de la asociación de que no debe utilizar delfines procedentes de Taiji.
La expulsión de Japón ha sido aprobada por unanimidad por los miembros del consejo de gobierno de la WAZA, una medida que tiene como principal consecuencia que los centros japoneses no podrán llegar a acuerdos de reproducción en cautividad de animales raros con otros centros del mundo.
La decisión ha sido adoptada tras el fracaso de las negociaciones entre ambas partes. La WAZA recuerda que todos sus miembros deben cumplir con la normativa que prohíbe los métodos "crueles y no selectivos" de captura de animales salvajes.
El Museo de Cetáceos de Taiji, que cuenta con aproximadamente medio centenar de delfines capturados durante cacerías, ha criticado la decisión de la WAZA, que ha calificado de "emocional", según recoge Kiodo.
Las cacerías de Taiji se realizan aprovechando una cala abarrotada cada año por los delfines, circunstancia que los cazadores aprovechan para realizar verdaderas masacres de estos animales para luego vender su carne. Los de la especie tursiops o delfín de nariz de botella --a la que pertenecía el mítico Flipper-- son a veces capturados, aunque estén heridos, para luego ser vendidos a acuarios de todo el mundo.
Un ejemplar de tursiops puede venderse por unos 32.000 dólares recién capturado y por hasta 250.000 dólares un ejemplar de este animal ya entrenado, según organizaciones de defensa de los derechos de los animales.