La jefa de DDHH también se muestra preocupada por los civiles atrapados en el último reducto de Estado Islámico en Deir Ezzor
MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha denunciado este martes la intensificación de la violencia en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, tanto obra de las fuerzas gubernamentales como de actores no estatales que ha provocado un aumento de las víctimas civiles y ha dejado a un millón de personas "en una situación de extrema vulnerabilidad".
Según Bachelet, los bombardeos terrestres de la "zona desmilitarizada" que abarca Idlib y zonas del norte de Hama y el oeste de Alepo por parte de las fuerzas gubernamentales y sus aliados "comenzó a aumentar en diciembre de 2018 y se ha intensificado aún más en los últimos días".
A esto se han sumado, según la jefa de Derechos Humanos de la ONU, "un incremento en los enfrentamientos entre actores no estatales y en el uso de artefactos explosivos improvisados en zonas bajo su control, incluido por parte de Hayat Tahrir al Sham", una alianza encabezada por el antiguo Frente al Nusra, otrora filial de Al Qaeda en Siria.
La oficina de Bachelet ha contabilizado la muerte de al menos 48 civiles, incluidos numerosos niños y mujeres, en distintos incidentes entre el pasado 29 de enero y este lunes en la zona. En el último de ellos, 16 civiles, entre ellos mujeres y niños, murieron y otros 70 resultaron heridos por la explosión de dos bombas en un barrio de la ciudad de Idlib, según Bachelet.
"Un gran número de civiles, incluidos cientos de miles de desplazados, en Idlib y el norte de Alepo viven una existencia intolerable", ha denunciado la expresidenta chilena.
"Están atrapados entre la escalada de hostilidades y los bombardeos por un lado y, por otro, se ven forzados a vivir bajo el régimen extremista de Hayat Tahrir al Sham y otros combatientes extremistas que regularmente perpetran asesinatos selectivos, secuestros y detenciones arbitrarias", ha subrayado.
En este sentido, Bachelet ha instado a "todas las partes implicadas a garantizar que los civiles y la infraestructura civil son protegidos como exige el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho de Derechos Humanos".
"Los principios de distinción, proporcionalidad y precaución deben ser plenamente respetados y los objetivos militares no deben situarse en la proximidad de civiles", ha recordado la jefa de Derechos Humanos de la ONU.
SITUACIÓN EN DEIR EZZOR
Por otra parte, Bachelet también ha expresado su preocupación por las 20.000 personas que han abandonado las zonas bajo control de Estado Islámico en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria, en las últimas semanas y que permanece en campos de desplazados gestionados por las milicias kurdas sirias, las cuales "les estarían impidiendo abandonar los campamentos", privándoles con ello de libertad.
Además, ha indicado que le preocupa particularmente la situación de unas 200 familias, entre las que hay muchas mujeres y niños, que permanecen atrapadas en el pequeño reducto que aún controla Estado Islámico en la zona.
En muchos de los casos, ha señalado, se les estaría impidiendo huir, por lo que siguen viéndose afectadas por los bombardeos aéreos y terrestres tanto de la coalición internacional contra Estado Islámico como de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza integrada principalmente por las milicias kurdas sirias y respaldada por Washington.
"Los civiles siguen siendo usados como peones por las varias partes", ha denunciado Bachelet, que ha pedido que se permita "un paso seguro a quienes desean huir, mientras que los que desean quedarse también deben ser protegidos lo máximo posible". "No deberían ser sacrificados por la ideología por una parte o la conveniencia militar por otro", ha sostenido.
"Si proteger las vidas de civiles significa demorar unos pocos días más la captura de la última fracción de tierra controlada por Estado Islámico, que así sea", ha reclamado Bachelet.
