La junta confirma la detención de dos de los hermanos del expresidente
JARTUM, 17 (Reuters/EP)
El exmandatario sudanés Omar al Bashir, expulsado del poder el 11 de abril por un golpe militar, ha sido trasladado a la prisión de Kobar, en Jartum, tras pasar los días transcurridos desde su caída bajo custodia en la residencia presidencial, han informado este miércoles dos fuentes de la familia.
Al Bashir dimitió tras pasar 30 años en el cargo, debido a las protestas populares que comenzaron en el mes de diciembre por la subida del precio del pan. Aunque su futuro sigue sin estar claro, fuentes de su entorno le sitúan desde el martes por la noche en la cárcel de Kobar.
Una fuente de la prisión ha asegurado que el expresidente se encuentra en aislamiento y bajo fuertes medidas de seguridad.
Por otra parte, la junta militar ha confirmado durante la jornada el arresto de varios "símbolos del régimen previo", entre ellos dos hermanos del exmandatario, según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
Un portavoz del Consejo Militar de Transición ha señalado además que las fuerzas irregulares vinculadas al partido de Al Bashir han sido puestas bajo control del Ejército y la Policía del país.
Al Bashir está reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), que mantiene vigente una orden de detención por genocidio y crímenes contra la Humanidad por la campaña contra la insurgencia ordenada por el mandatario en la región de Darfur.
En respuesta a las informaciones sobre el encarcelamiento de Al Bashir, Joan Nyanyuki, directora de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno y los Grandes Lagos, ha recalcado que el expresidente "debería ser entregado inmediatamente al TPI".
"Su caso no debe ser juzgado de forma precipitada en el sobradamente disfuncional sistema legal de Sudán. Se ha de hacer justicia", ha dicho, antes de argumentar que "un juicio en el TPI no sólo es vital para las víctimas de los atroces crímenes que llevaron a su imputación, sino que debe constituir un primer paso a la hora de garantizar justicia y rendición de cuentas en el país".
"Sudán debe dar pasos urgentes para reconstruir su sector de justicia pero, al mismo tiempo, la única manera en la que las víctimas de estos presuntos crímenes verán progresos hacia la justicia es su Al Bashir hace frente a un juicio justo ante el TPI", ha reiterado.
Por último, Nyanyuki ha resaltado que las autoridades deben garantizar que tanto Al Bashir como el resto de arrestados o detenidos tras el golpe de Estado son protegidos de las torturas y cualquier otro tipo de malos tratos.
Las Fuerzas Armadas, que habían protegido a los manifestantes acampados frente al Ministerio de Defensa, en Jartum, de los ataques de la Policía, tomaron el control con un golpe de Estado e impusieron un consejo militar de transición. Sin embargo, las protestas han continuado porque los manifestantes demandan un verdadero cambio político.
El jefe del consejo militar, el general Abdulfatá Barham Abdul Rahman, anunció el sábado la próxima cesión de poderes a un gobierno civil de transición, "previa consulta", así como la liberación de todos los presos políticos y detenidos en estas protestas.