BIRMANIA, 30 May. (Reuters/EP) -
El barco de inmigrantes con más de 700 personas a bordo que interceptaron ayer las autoridades birmanas todavía sigue en plena mar sin un destino fijo 24 horas después y las autoridades no parecen tener claro cuál debería ser su punto de llegada.
Además, se cree que otras 2.000 personas siguen a la deriva tras ser abandonadas a su suerte por traficantes después de una redada en Tailandia.
El descubrimiento ayer del barco, con 727 inmigrantes a bordo, algunos de ellos musulmanes Rohingya, tuvo lugar al mismo tiempo que el Gobierno birmano rechazaba las acusaciones de persecución a esta minoría en sus propias fronteras.
Las autoridades barajan diversas opciones como destino final del barco. En un primer momento se especuló con la base naval de la isla birmana de Hainggyi, pero ahora el comandante birmano Soe Min no descarta algún punto más al norte como Sittwe, en el estado de Rajine. "Aunque la verdad es que no estamos seguros", ha apostillado.
Sea como fuere es necesario encontrar un destino rápidamente para la embarcación, que está sobrecargada. A bordo de la misma hay 608 hombres, 74 mujeres y 45 niños.
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