MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 1.346 mujeres denunciaron entre 2004 y 2006 ante las organizaciones no gubernamentales que habían sido víctimas de violencia sexual a manos tanto de fuerzas y funcionarios del estado como en el ámbito familiar, según informó Amnistía Internacional, que considera que esta cifra no es más que "la punta del iceberg", porque sólo incluye a las mujeres que han podido acceder a centros médicos tras la agresión.
"La violación de mujeres y niñas está generalizada en Burundi y su comisión es obra tanto de agentes estatales como no estatales, incluidos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y militares", afirmó AI. "También los índices de violencia sexual contra mujeres son muy elevados en el ámbito de la comunidad y de la familia", prosiguió.
Según la organización, las graves deficiencias del sistema policial y judicial impiden que las víctimas de violación inicien procedimientos penales. "En ausencia de apoyo del Estado, de la comunidad y a menudo de la familia de la víctima, muchas violaciones de los Derechos Humanos de las mujeres permanecen sin denunciar y sin que nadie se ocupe de ellas", denunció Amnistía.