PHNOM PENH, 12 Abr. (EP/AP) -
Un alto enviado de Naciones Unidas en Camboya condenó hoy la "grave injusticia" cometida por las autoridades judiciales contra dos hombres al confirmar sendas condenas de 20 años de cárcel por el asesinato de un líder laboral a pesar de las serias irregularidades reveladas durante el proceso.
Born Samnang, de 25 años, y Sok Sam Oeun, de 38, han mantenido su inocencia en el crimen, ocurrido en 2004, de Chea Vichea, quien lideraba la organización Unión de Trabajadores para un Comercio Libre y se había mostrado muy crítico con el Gobierno, al que acusaba de corrupción y violaciones a los Derechos Humanos.
Organizaciones de Derechos Humanos, tanto camboyanas como internacionales, han reclamado la libertad de los dos condenados, ya que afirman que las autoridades del país les han convertido en 'cabezas de turco' para ocultar al verdadero responsable.
A pesar de las dudas que generó el caso, el juez de la Corte de Apelaciones Saly Theara ratificó la sentencia que emitió el tribunal municipal que juzgó a Samnang y a Oeun y que les condenó a 20 años de prisión a cada uno.
Así pues, Yash Ghai, el enviado especial de Derechos Humanos de la ONU en Camboya, expresó en un comunicado su "profundo pesar" por la decisión, que consideró una "grave injusticia".
Además de las irregularidades que han rodeado el caso, la sentencia de la Corte de Apelaciones "subraya su preocupación acerca de la independencia judicial, la autoridad de la ley y la continua impunidad en Camboya", indicó Ghai, quien ha criticado a menudo al Gobierno camboyano por su "pobre historial" en materia de Derechos Humanos.
