WASHINGTON, 15 Ago. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha calificado este miércoles de "lamentables" las medidas adoptadas por las autoridades turcas contra las importaciones de Estados Unidos, al considerar que únicamente son una "represalia" frente a las recientes sanciones norteamericanas.
Las tensiones entre los dos socios de la OTAN se han disparado, entre otras razones, por la detención en Turquía del religioso estadounidense Andrew Brunson. El cruce de reproches y sanciones se ha visto complicado, además, por el desplome de la lira, que ha perdido este año más de un 40 por ciento de su valor.
Estados Unidos duplicó la semana pasada las tarifas al acero y el aluminio procedente de Turquía, lo que ha sido respondido este miércoles desde la parte turca con una subida de los gravámenes a productos estadounidenses como el alcohol, el tabaco y los coches.
"Las tarifas de Turquía son sin duda lamentables y un paso en la dirección equivocada", ha afirmado en rueda de prensa la portavoz de la Presidencia norteamericana, Sarah Sanders. "Las tarifas que impuso Estados Unidos sobre Turquía se debían a un interés de seguridad nacional. Las suyas son una represalia", ha criticado.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, se ha mostrado dispuesto a debatir con las autoridades de Estados Unidos, aunque ha advertido de que solo lo hará mientras no haya amenazas. Cavusoglu, que ha hablado ante un grupo de embajadores, espera también una normalización de las relaciones con la UE.
