ROMA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chad, Idriss Deby, ha resultado reelegido jefe del Estado africano con el 77,53% de los votos, según anunció la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).
Tras llegar al poder mediante un golpe de Estado en 1990, después fue elegido presidente en las urnas en 1996, con el 69,09% de los votos, y 2001, con el 67,35%. Para poder concurrir a los comicios del pasado 3 de mayo, Deby tuvo que promover una revisión constitucional, muy criticada.
Los cuatro adversarios de Deby --el ex primer ministro Kassiré Coumakoye, del partido Unión Nación para la Democracia y el Progreso (RNDP, en sus siglas en francés); el actual ministro de Agricultura y presidente de la Unión Nacional para los Demócratas Chadianoes (RNDT, en sus siglas en francés), Albert Pahimi Padacké; Mahamat Abdoulaye, del Movimiento Popular para la Democracia en Chad (MPDT); y un candidato poco conocido, Brahim Koulamallha, del Movimiento Socialista Africano Renovado (MSA/R)-- obtuvieron de manera conjunta el 10% de los votos, informa la agencia MISNA.
La oposición política boicoteó las elecciones, acusando al Gobierno de Deby de corrupción en el sector del petróleo. Según la CENI, la participación fue del 61,49%.
Estos últimos meses han estado marcados por enfrentamientos en la frontera con Sudán y por una intensa actividad del Frente Unido por el Cambio (FUC), un grupo rebelde con base en el este del país. Deby acusa al Gobierno de Jartum de apoyar a este movimiento, de manera que casi ha llegado a romper sus relaciones diplomáticas con Sudán, que niega toda implicación en el conflicto en Chad.
Hace un mes, los rebeldes del FUC, a los que una parte de la población ve como libertadores, llegaron hasta la capital, donde fueron rechazados por militares chadianos apoyados por un contingente francés desplegado en Yamena, en un enfrentamiento que se saldó con decenas de muertos, 150 según algunas fuentes, y unos 200 heridos.
La gestión del petróleo es una vez más el telón de fondo en este escenario, que tiene como participantes al Banco Mundial, protagonista de un largo pulso con Deby, y el oleoducto Chad-Camerún. Un buen número de observadores estiman que Francia apoya al presidente Deby por intereses petroleros.
Andalucía
