BEIJING, 6 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
La mitad de la población china vivirá en las ciudades a partir del año 2010, según señalaron fuentes del Ministerio de Construcción, en el que será el más rápido y multitudinario éxodo rural de un país en toda la historia.
Según explicó Chou Baoxing, viceministro de Construcción, el 50 por ciento de la población habitará de aquí a tres años las zonas urbanas, y el porcentaje ascenderá hasta el 60 por ciento en 2020.
China cuenta actualmente con 1.300 millones de habitantes, de los cuales 750 millones viven en el campo y 550 en las ciudades, aunque hace apenas cinco años la proporción era de 800 millones frente a 500.
El viceministro rechazó las afirmaciones que aseguran que el ritmo de urbanización que está viviendo China es demasiado rápido, pero sí reconoció que el fenómeno producirá efectos no deseados como el incremento de la contaminación y otros problemas medioambientales, el aumento del tráfico o la falta de cobertura social para los trabajadores desplazados desde el campo a la ciudad, los tres criterios que, según señaló, permitirá concluir si el ritmo ha sido el correcto.
Recientemente, un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señalaba que casi 300 millones de campesinos chinos emigrarán a la ciudad en las próximas dos décadas, y advertía de que la expansión desmedida de las urbes chinas está provocando que su aportación económica a la economía sea menor a la típica de los países desarrollados.
Sin embargo, las autoridades han defendido el desplazamiento a la ciudad de los campesinos, mano de obra barata que ha permitido el rápido crecimiento industrial y urbanístico del país, para facilitar tanto la mejora de su situación como de los que optan por quedarse en el campo, y han asegurado que las urbes tienen capacidad para absorber esta gran masa de población siempre que ésta se distribuya de forma uniforme.
