MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha lanzado este martes un llamamiento en el que pide donaciones por valor de 32 millones de francos suizos (unos 31 millones de euros) para paliar la grave crisis humanitaria que sufre Ucrania tras un año de conflicto.
"Si bien las hostilidades han perdido intensidad, sigue habiendo víctimas casi todos los días y las condiciones de vida de los civiles que se encuentran cerca de la línea del frente y las de las personas desplazadas en toda la región son muy precarias", ha explicado el jefe de operaciones del CICR para Europa y Asia Central, Laurent Corbaz, en un comunicado de la organización. "Tenemos que ayudar a la población a afrontar una situación de continuo estancamiento y las consecuencias de un año de conflicto terrible", ha añadido.
El CICR ha indicado que el dinero se destinaría a aumentar la asistencia a las personas que han perdido su vivienda por culpa del conflicto, apoyar los servicios sanitarios esenciales y ayudar a identificar a los fallecidos. También se emplearía para avisar de los peligros de los dispositivos sin estallar y ayudar a los servicios de emergencia a abordar este problema.
El presupuesto de 2015 que el CICR tiene para Ucrania y la delegación regional de Moscú se elevaría con esas donaciones a más de 80 millones de francos suizos (unos 77 millones de euros), lo que colocaría esta operación entre las cinco de mayor envergadura de la organización, según el comunicado.
"Las necesidades de los desplazados, los heridos, los detenidos y los que intentan reconstruir sus vidas son graves", ha asegurado la organización humanitaria, que ha explicado que el "frágil" alto el fuego acordado en febrero le ha permitido valorar con mayor claridad la situación en las zonas cercanas al frente.
El CICR ha recordado que, según Naciones Unidas, al menos 6.000 personas han muerto en el conflicto en el este de Ucrania y la mitad de la población de la región ha tenido que desplazarse. También ha señalado que los hospitales, escuelas, sistemas de agua y electricidad y otros servicios básicos han sufrido daños graves.
