Cientos de migrantes en el centro de detención atacado en Libia inician una huelga de hambre

Migrantes del centro de detención bombardeado en Tajura en un patio
REUTERS / ISMAIL ZETOUNI
Actualizado: martes, 9 julio 2019 16:38

TRÍPOLI, 9 (DPA/EP)

Cientos de los migrantes y refugiados que permanecen recluidos en el centro de detención bombardeado la semana pasada en los alrededor de Trípoli han iniciado una huelga de hambre para exigir su evacuación fuera del país, según ha contado este martes un responsable migratorio libio.

El centro, situado en Tajura, fue alcanzado por dos misiles el 2 de julio, dejando 53 muertos y 130 heridos, según el balance oficial ofrecido por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Unas 365 personas están participando este martes en la huelga de hambre en un intento por recibir garantías por parte de la ONU de que el centro no volverá a ser atacado de nuevo, ha contado a DPA Mahmud Taweer, portavoz del centro.

Desde el ataque, los migrantes y refugiados recluidos en el centro se han negado a dormir dentro, ha explicado Taweer, que ha precisado que no quieren ser trasladados a otro centro por miedo a que eso demore su traslado a otro país.

Según dijo la semana pasada la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el centro de Tajura había unos 600 detenidos, casi un tercio de los cuales están registrados en su programa de retornos voluntarios.

"Una delegación de la ONU visitó el centro para persuadirles de que depusieran la huelga de hambre, pero sin éxito", ha explicado Taweer. Según el portavoz, el centro ha tenido falta de alimentos desde principios de abril. La compañía responsable de suministrar las comidas suspendió sus servicios porque no estaba cobrando y las autoridades solo pueden dar una comida al día.

El bombardeo se produjo en medio de la ofensiva lanzada a principios de abril por el general Jalifa Haftar, que apoya al gobierno con sede en el este, contra Trípoli, donde tiene su sede el Gobierno reconocido internacionalmente. El Gobierno de unidad ha acusado a las fuerzas de Haftar del ataque, mientras que desde su bando han hecho lo propio a la inversa.

Las agencias de la ONU han venido defendiendo que Libia no es un país seguro para migrantes y refugiados, muchos de los cuales permanecen recluidos en centros de detención en condiciones pésimas. La ofensiva de Haftar ha deteriorado aún más la situación, por lo que desde la ONU se ha reiterado el llamamiento a cerrar estos centros y a reasentar a migrantes y refugiados fuera del país.

Según el último balance ofrecido este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.048 personas han muerto, entre ellas 106 civiles --aquí se incluyen los 53 migrantes-- y otras 5.558 han resultado heridas desde que comenzó la ofensiva de Haftar. "Nuestros equipos han realizado más de 1.700 operaciones quirúrgicas en tres meses", ha precisado.

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