Crónica China/EEUU.- China suspende su cooperación militar con EEUU en represalia por la venta de armas a Taiwán

Actualizado: sábado, 30 enero 2010 15:48

Pekín advierte de que podría sancionar a empresas estadounidenses que vendan armamento a Taipei

PEKÍN, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

China pidió hoy a Estados Unidos que cancele la propuesta de venta de armas a Taiwán formulada ayer ante el Congreso por la Administración Obama, una decisión "equivocada" ante la que Pekín ha respondido suspendiendo la cooperación militar y estratégica con Washington y amenazando con imponer sanciones a todas las empresas estadounidenses que vendan armas a la isla, sobre la que China mantiene una proclama de soberanía.

La respuesta china implica la suspensión de los intercambios de visitas de cargos militares entre ambos países. "Hemos tomado la decisión en vista al grave perjuicio que supone la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán", indicó un portavoz del Ministerio de Defensa chino, Huang Xueping, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias china, Xinhua.

En este sentido, China ha convocado al embajador estadounidense, Jon Huntsman, al que ha solicitado la cancelación inmediata de la venta, estimada en 6.400 millones de dólares, ya que podría comportar "consecuencias que nadie desea", según hizo saber posteriormente el viceministro de Exteriores, He Jafei.

El Gobierno chino también ha convocado al agregado de Defensa de la misión diplomática estadounidense para transmitirle su "solemne protesta" por el anuncio de la venta, y para hacerle saber que las autoridades de Pekín han ordenado la cancelación de todos los programas de visitas militares bilaterales y el aplazamiento de la próxima reunión estratégica prevista con Washington.

"Estados Unidos está tomando la decisión equivocada a pesar de las repetidas protestas de China", señaló un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores citado por la agencia rusa RIA Novosti. Por su parte y tras la reunión con Huntsman, el viceministro He aseguró que la venta podría acarrear "consecuencias que ninguna de ambas partes desea".

"El Ejército chino manifiesta su grave indignación y condena duramente esta medida que supone una injerencia flagrante en los asuntos internos de China y perjudica los intereses de la seguridad nacional de China", afirmó el director de la Oficina de Asuntos Exteriores del Ministerio de Defensa chino, Qian Lihua, en un comunicado recogido por Xinhua.

Dentro de las reacciones institucionales destaca también el rechazo manifestado formalmente por el Congreso Popular Nacional, el Parlamento chino. "Nos oponemos tajantemente a ello (...). El pueblo chino está muy indignado", indicó un responsable de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento.

"OBSTÁCULO PARA LA PAZ"

Más aún, China ha declarado que la venta de armas es, en sí misma, un obstáculo en el camino al "desarrollo pacífico" de la situación en la región, autoproclamada independiente en 1949 cuyos deseos separatistas podrían verse "alimentados" por la propuesta de la Administración Obama. Finalmente, Pekín se reserva el derecho a adoptar "nuevas medidas" dependiendo "de cómo evolucione la situación".

Este acuerdo armamentístico ratificaría a Estados Unidos como el primer proveedor mundial de armas a Taiwán en virtud del Acta de Relaciones firmada en 1979 con Taipei para contribuir a la autodefensa de la zona, una ley redactada en el momento en el que Washington reconoció diplomáticamente a Taiwán como estado independiente.

La propuesta, remitida por la Agencia de Cooperación de Defensa y Seguridad del Pentágono, comprende la venta de sesenta helicópteros de combate UH-60M Black Hawk, 114 sistemas antimisiles Patriot de "Capacidad Avanzada" PAC-3, 12 misiles Harpoon Block II de telemetría, dos buques dragaminas tipo Osprey y un sistema de mando y control conocido como Sistemas de Distribución de Información Multifuncional.

Para Pekín, la venta de este armamento supone "otra" violación de los compromisos recogidos en el conocido como Comunicado del 17 de Agosto de 1982 por el que Washington se compromete a que "no aspira a desarrollar una política de venta de armas a Taiwán a largo plazo" y declara que "reducirá paulatinamente sus armas a Taiwán con vistas a una resolución final" del contencioso de la soberanía de la isla.

Los analistas han llamado a la calma argumentando que estas medidas eran de esperar y que se trata, en buena medida, de pura retórica, pero temen nuevos incidentes diplomáticos si se ratifica la venta de armas, habida cuenta de las recientes tensiones entre Estados Unidos y China, tras los últimos roces en materia de Derechos Humanos y la polémica tras el asalto informático de varias páginas chinas pro Derechos Humanos y la consiguiente amenaza de Google de cesar sus operaciones en el país asiático.

Las autoridades chinas ya suspendieron temporalmente su cooperación militar con Washington en 2008 después de un anuncio similar realizado por la administración dirigida por el entonces presidente estadounidense George W. Bush.

Mientras, desde Taiwán, el Ministerio de Asuntos Exteriores manifestó su satisfacción por la propuesta estadounidense, que calificó de "prueba clara de las buenas relaciones de Taiwán y Estados Unidos", según un indicó un portavoz del Ministerio en declaraciones de la agencia de noticias taiwanesa CNA.

También el Ministerio de Defensa taiwanés mostró su satisfacción y destacó que se trata de armamento defensivo. Se lamenta además de que no se incluya la venta de nuevos aviones F-16, pese a las peticiones del Gobierno de Taiwán. El propio primer ministro de la isla, Wu Den Yih, aseguró este sábado que seguirán realizando gestiones para hacerse con estos aviones de combate.

Taipei esgrime la Ley de Relaciones con Taiwán aprobada por el Congreso estadounidense en 1979 y que regula la venta de armamento norteamericano a la isla.

CONDENADOS A ENTENDERSE

Hay que recordar que China posee 798.900 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, pero todavía no ha dado señales de jugar la carta de esta deuda pública. "Observemos y veamos que hacen, no lo que dicen, porque a veces las palabras severas en China son el sustituto de acciones duras", dijo Susan Shirk, académica de la Universidad de California, en San Diego, y ex secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para China y Taiwán.

Un empeoramiento de las relaciones chino-estadounidenses también podría tener repercusiones negativas para las aspiraciones de Washington de endurecer las sanciones contra Irán por su programa nuclear, ya que China posee derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Tampoco ayuda el apoyo implícito o explícito de personalidades estadounidenses a los independentistas tibetanos e incluso está previsto que en los próximos meses Obama dispense una recepción oficial al líder espiritiual tibetano en el exilio, el Dalai Lama.

El otro gran frente de tensión entre Estados Unidos y China se debe al enfrentamiento entre empresas de comunicación estadounidenses como Facebook, Twitter o Google, que denuncian la censura impuesta por las autoridades chinas y ataques informáticos encubiertos directamente relacionados con estos conflictos.

En cualquier caso, Washington está condenado a entenderse con Pekín para afrontar otros retos como el programa nuclear de Corea del Norte, la recuperación económica mundial o la lucha contra el cambio climático.