Crónica Drogas(2)-Bruselas pide políticas que reduzcan la oferta para rebajar las 8.000 muertes por el consumo de drogas

Actualizado: lunes, 26 junio 2006 20:59

El Observatorio Europeo de Drogas detecta como una nueva moda el consumo de hongos alucinógenos

BRUSELAS, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea considera alarmante que en la Unión Europea haya dos millones de consumidores de drogas, que más de 8.000 jóvenes europeos entre 20 y 30 años mueran al año por sobredosis y que otros 20.000 fallezcan por causas relacionadas indirectamente con el consumo de sustancias estupefacientes, como el sida, las muertes violentas, los accidentes y los suicidios.

A la vista de estos datos, y coincidiendo con el Día Internacional contra las Drogas, el Ejecutivo comunitario defendió hoy políticas que tiendan a reducir la demanda y la oferta, desalentar el consumo, aumentar la coordinación en la lucha contra el narcotráfico y armonizar las legislaciones nacionales. No obstante, el Ejecutivo comunitario carece de competencias en esta materia y son los Estados miembros los que tienen la última palabra a la hora de optar por leyes más o menos restrictivas.

De hecho, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, admitió hoy que el margen de maniobra de Bruselas para interferir en las legislaciones nacionales está "limitado" aunque, en su opinión son "preocupantes" los mensajes de los Gobiernos que permitan un aumento del consumo. Frattini aludía así a los casos de Países Bajos e Italia, países donde se debate la posibilidad de legalizar la producción y establecer una distinción entre drogas duras y blandas, respectivamente.

"Tenemos que respetar las legislaciones nacionales, pero lo que la UE pretende es reducir el consumo, no lo contrario", alertó Frattini. Además puso el acento en que la delincuencia internacional se nutre de la demanda creciente y, por tanto, la política europea debe ir destinada a "reducir la oferta y la demanda".

"Nuestro objetivo es desalentar su uso", dijo, secundado por el comisario de Salud y Protección del Consumidor, Markos Kiprianou, quien alertó de que la situación real en Europa en lo que se refiere al consumo es bastante peor de la que reflejan los datos, porque, a pesar de registrar un ligero descenso en los dos últimos años, las estadísticas no contabilizan las muertes indirectamente ligadas al uso de drogas.

Kiprianou adelantó que tiene la intención de prestar especial atención a las cárceles, ámbito en el que, dependiendo de los países, el uso de drogas afecta a entre el 22% y el 86% de la población reclusa. Así, señaló que en 2007 quiere llevar a cabo varias acciones específicas, entre ellas elaborar una recomendación a los Estados sobre la drogadicción en las prisiones o proponer el intercambio de prácticas y experiencias en esta materia.

El comisario responsable de Salud incidió en la vertiente de la prevención, incluyendo todo aquello que haga que las drogas pierdan su atractivo, y al mismo tiempo, reforzar las políticas de tratamiento de la población drogodependiente.

"La cooperación internacional y compartir responsabilidades son los principios fundamentales de nuestra política", dijo por su parte la comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, Benita Ferrero Waldner, recordando que la UE cuenta con numerosos proyectos para ayudar a los países productores de drogas a buscar alternativas a este tipo de cultivos. La ayuda que la UE ha destinado a los países terceros en el marco de la lucha contra la droga se ha duplicado en los últimos tres años.

Los proyectos puestos en marcha por los Estados miembros y la Comisión han alcanzado más de 500 millones de euros en 2005 y se han concentrado en Afganistán y América Latina, especialmente Bolivia y Colombia, donde se pretende reducir la producción de coca en la región andina.

Por lo que se refiere a la situación en Afganistán, donde la UE ha destinado 250 millones de euros para ayudar a reducir los cultivos de opio, la comisaria admitió que no se ha tenido el éxito esperado porque el Gobierno afgano no puede ejercer su autoridad en todo el país.

INTERES POR LO NATURAL

Por otro lado, el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, con sede en Lisboa, publica hoy un estudio en que detecta un aumento del número de adolescentes que prueban los hongos alucinógenos, fenómeno que el Observatorio vincula con una tendencia general que lleva a los jóvenes a buscar "experiencias intensas y medios naturales de colocarse" y al creciente interés por los productos biológicos.

Las sustancias alucinógenas son un tipo de droga que se caracterizan por su capacidad para alterar las sensaciones, el estado de ánimo y el proceso de pensamiento. Los alucinógenos naturales se encuentran en algunos tipos de hongos, algunas plantas como el peyote --un cactus mexicano- y también pueden ser de origen animal, por ejemplo en sapos y algunos pescados. Las setas alucinógenas crecen en estado silvestre sobre todo en el norte y centro de Europa, pero la mayoría de los que se comercializan son cultivadas.

Hasta tiempos recientes, el LSD era la sustancia alucinógena dominante y aunque ya en 1957 se disponía de información sobre los efectos psicotrópicos de determinados hongos, la moda de las setas no llegó a Europa hasta finales de los noventa, cuando comenzaron a proliferar otros productos 'naturales' en las llamadas 'smartshops' de Países Bajos, tiendas que venden sustancias psicoactivas legales de origen vegetal junto a toda una gama de vitaminas, oligoelementos y productos saludables.

Según el estudio dado a conocer hoy, además de las tiendas holandesas, los mercadillos en Irlanda y Reino Unido han jugado un papel importante en la moda del consumo de setas alucinógenas, que pueden comprarse directamente en internet. De hecho, existe un número nada desdeñable de sitios web sobre este tipo de hongos en la Unión Europea, una verdadera red comercial multilingüe que ofrece puntos de venta electrónicos y entrega a domicilio.

El documento del Observatorio analiza los datos recopilados entre julio y octubre de 2005 a través de diferente fuentes europeas y revela que el nivel de consumo en la UE es claramente inferior al del cannabis pero similar al del éxtasis en el grupo de edad que va de los 15 a los 25 años. Son los holandeses, checos, británicos, alemanes e irlandeses quienes en mayor porcentaje dicen haberlo probado al menos una vez. En el polo opuesto se sitúan lituanos, húngaros y franceses.

Desde 2001, seis países de la Unión Europea han reforzado los controles para hacer frente al reciente aumento en el consumo de hongos. Se trata de Dinamarca, Países Bajos, Alemania, Estonia, Reino Unido e Irlanda. No obstante, el Observatorio se muestra escéptico sobre la eficacia de estas medidas, porque quienes revenden los productos se las arreglan para comercializar los hongos sin saltarse la legislación aprovechando las lagunas jurídicas.

En todo caso, la Agencia europea no se muestra muy alarmista dado que, según el relato de los propios consumidores, los hongos saben mal y provocan efectos indeseados, como náuseas, crisis de pánico o escalofríos, lo que podría limitar su uso festivo o continuado. "Las modas en droga duran poco tiempo", resume el director del Observatorio, Wolfgang Götz.