Crónica Kosovo.- El plazo para un acuerdo sobre Kosovo concluye mañana con las posturas tan enconadas como al principio

Actualizado: domingo, 9 diciembre 2007 15:01

La resolución 1244 ampara la soberanía serbia sobre Kosovo, que será analizada por la ONU el 19 de diciembre

MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

El plazo para que se llegue a un acuerdo sobre el futuro de Kosovo concluye mañana tal como empezó. Los serbios, amparados en la resolución 1244, insisten en su negativa a aceptar la independencia e incluso han amenazado con posibles medidas diplomáticas contra los países que la acepten. Los albanokosovares, con el apoyo apenas disimulado de las potencias occidentales, siguen obstinados en sus pretensiones soberanistas, con o sin ONU. La estabilidad en los Balcanes y la transición política de Serbia dependen en buena parte de lo que pueda suceder.

El pasado viernes, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, recibió tres días antes de los previsto el informe de la 'Troika' con sus conclusiones sobre las negociaciones entre serbios y albanokosovares acerca del estatuto futuro para Kosovo. La 'Troika' --el Grupo de Contacto integrado por la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia-- medió durante cuatro meses en las conversaciones entre serbios y kosovares, que concluyeron sin un acuerdo. La decisión corresponde ahora al Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunirá el próximo 19 de diciembre para debatir sobre Kosovo.

La base legal de las negociaciones sigue siendo la resolución 1244 de junio de 2002, que establecía que Kosovo debía seguir siendo parte integrante de la entonces República Federal de Yugoslavia --y por tanto de Serbia, su sucesora como sujeto de derecho internacional. Asimismo, disponía una administración civil provisional a cargo de la ONU (la MINUK), con la presencia de fuerzas de mantenimiento de la paz dirigidas por la OTAN (KFOR), y aludía a la necesidad de una "solución definitiva" para determinar el "estatuto futuro" de Kosovo.

Pese al mandato expreso de la 1244, el representante especial de la ONU encargado de mediar en la búsqueda de una solución "definitiva", el finlandés Martti Ahtisaari, presentó a principios de 2007 una propuesta que, tras diversas modificaciones --surgidas por la falta de acuerdo entre serbios y albanokosovares en las negociaciones de marzo--, ha acabado defendiendo una especie de independencia "supervisada" o "condicionada" que, a juicio de Serbia, no es más que una independencia pura y dura.

El 'número dos' de Ahtisaari, Albert Rohan, no tuvo ningún problema para reconocer ante la prensa austríaca el pasado miércoles que la independencia de Kosovo es "la única solución realista" y ni siquiera dudó en afirmar la provincia serbia "será independiente en el primer trimestre del próximo año".

No obstante, el peso de la 1244 sigue primando hasta el extremo de que los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN --representantes de países que expresa o veladamente han defenido la independencia de Kosovo-- mostraron el pasado viernes "con total unanimidad" que la resolución que avaló en 1999 el despliegue de la KFOR "proporciona la base para la continuidad de las tropas aliadas en Kosovo" a menos que "el Consejo de Seguridad acuerde una nueva resolución".

"INDEPENDENCIA" TUTELADA

La propuesta de Martti Ahtisaari contempla una especie de "independencia" tutelada que otorga a Kosovo una amplia autogestión supervisada por la comunidad internacional y concede a la todavía provincia serbia todos los atributos propios de un Estado soberano --Constitución, bandera e himno nacionales--, así como el derecho a estar representada ante los organismos internacionales.

Las negociaciones llevadas a cabo entre las partes en Viena para acercar posturas no han permitido ningún avance. Las últimas conversaciones --que comenzaron en marzo-- concluyeron la semana pasada sin un acuerdo pese a la mediación de la 'Troika'. Serbia insiste en la defensa de su defensa de la integridad territorial y en su propuesta de una amplia autonomía y los albanokosovares --cuyo Parlamento aprobó por amplísima mayoría el plan de Ahtisaari-- ni siquiera descartan la proclamación unilateral de la independencia, en fecha muy breve, si no se llega a un acuerdo definitivo en la ONU.

El pasado miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, declaró que la insistencia occidental en favor de la independencia de Kosovo obstaculizó las últimas negociaciones y advirtió de que su Gobierno sólo apoyará una solución que se base en el Derecho Internacional.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores serbio, Vuk Jeremic, declaró el pasado 29 de diciembre, durante la reunión en Madrid de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), que la mediación de la 'troika' sólo ha contribuido a "reforzar las diferencias" entre Belgrado y Prístina en lugar de "superarlas". Como resultado de ello, resaltó Jeremic, "se ha creado un 'impasse' que amenaza los logros democráticos alcanzados en la región desde la caída del régimen de Slobodan Milosevic".

El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, respaldó ayer la propuesta de Rusia para que se prolonguen las conversaciones, tanto en Prístina como en Belgrado, más allá del 10 de diciembre. Asimismo, advirtió de que una declaración unilateral de independencia sería un "experimento de consecuencias imprevisibles" y rechazó la postura de Estados Unidos y sus aliados según los cuales ya ha terminado el tiempo para las negociaciones.

Todo da a entender que el interés de Serbia, al margen de lo que decida el Consejo de Seguridad, es no dejar a la otra parte la iniciativa negociadora. Dado que Rusia vetará el 19 de diciembre cualquier revocación de la 1244, no es descartable que tanto la UE como Estados Unidos estén explorando fórmulas para la independencia condicionada propuesta por Ahtisaari sin la necesidad del apoyo del máximo órgano ejecutivo de la ONU.

Tampoco se descarta, según el informe presentado el pasado jueves por el influyente centro de estudios International Crisis Group (ICG, vinculado al financiero George Soros), que el llamado 'Quinteto' --Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos-- comience a poner en marcha un plan para orquestar una transición pacífica que "culmine en la independencia condicionada de Kosovo en mayo de 2008".

En previsión de lo que pueda suceder, Jeremic anunció el pasado lunes ante el Parlamento que el Gobierno de Belgrado está estudiando un Plan de Acción con "siete niveles de respuesta diplomática", incluida la posible ruptura de relaciones diplomáticas, contra los países que apoyen la declaración uniltateral de independencia.

De momento, el embajador serbio ante Naciones Unidas, Pavle Jevremovic, ya ha solicitado al Consejo de Seguridad que no se permita hablar a la delegación albanokosovar en la reunión del 19 de diciembre porque Kosovo sigue siendo formalmente parte de Serbia.

UN COMANDANTE DEL ELK EN EL PODER

Éste y otros detalles reflejan el enconamiento interno de una provincia cuya mayoría albanesa quiere la independencia. Las elecciones parlamentarias kosovares del pasado 16 de noviembre --las primeras elecciones directas autónoma de su historia-- dieron la victoria al Partido Democrático de Kosovo (PDK), liderado por un antiguo comandante del grupo terrorista Ejército para la Liberación de Kosovo (ELK), Hashim Thaçi.

En su campaña, Thaçi había prometido proclamar la independencia "inmediatamente después del 10 de diciembre". Tres días después de su victoria, matizó su promesa y afirmó que cualquier decisión estará "coordinada" con Estados Unidos y la Unión Europea.

El periodista español Ricardo Angoso ha denunciado en su libro 'Kosovo. La herida abierta de los Balcanes' que desde 1999 se está viviendo en Kosovo "una limpieza étnica, silenciosa y cobarde" y que en este periodo "han muerto más de 3.000 serbios, croatas y gitanos" y han sido expulsados 300.000 miembros de estas tres comunidades.