Crónica UE/EEUU.- Bush asegura que quiere cerrar Guantánamo y la UE ofrece ayuda en la cuestión de los presos

La cumbre UE-EEUU concluye sin acuerdos en visados, la ronda de Doha, y las inversiones extranjeras

VIENA, 21 Jun. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Juan Sanhermelando) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo hoy que comprende la "preocupación" de la Unión Europea por la existencia del centro de detención de Guantánamo (Cuba), y aseguró que a él también le gustaría cerrarlo y enviar a los presos a sus países de origen. Las declaraciones de Bush fueron muy bien acogidas por el canciller austriaco y presidente de turno de la UE, Wolfgang Schuessel, que ofreció la ayuda comunitaria para facilitar la repatriación de los presos.

La prisión de Guantánamo fue el tema estrella de la cumbre anual entre la UE y Estados Unidos que se celebró en Viena, y acabó eclipsando a otras cuestiones más polémicas, como los vuelos de la CIA en territorio comunitario. Durante la reunión, fue el propio Bush el que planteó el tema de Guantánamo, antes incluso de que los líderes europeos le pidieran su cierre tal y como tenían previsto, según explicó Schuessel.

Lo mismo ocurrió durante la rueda de prensa, donde el presidente estadounidense habló del centro de detención en Cuba por su propia iniciativa, antes de llegar al turno de preguntas. "Yo también quiero cerrar Guantánamo", aseguró.

Según Bush, el objetivo es que los prisioneros regresen a sus países de origen. Explicó que 200 ya han sido enviados de vuelta y quedan alrededor de 400, procedentes de Arabia Saudí, Afganistán y Yemen. No obstante, señaló que existe "presión internacional" para que no se realicen estas devoluciones.

No todos los prisioneros volverán a sus países de origen porque algunos, cuyo número no preciso, son "asesinos sangrientos" y serán juzgados en tribunales norteamericanos. "Asesinarían a alguien si se les soltara en la calle", señaló el presidente norteamericano, añadiendo que está esperando que el Tribunal Supremo de Estados Unidos determine si corresponde a la justicia civil o militar juzgar a estas personas.

Por su parte, el canciller austriaco dijo que la discusión de este miércoles fue "más allá" del cierre de Guantánamo y que la UE ofreció su colaboración. "Tenemos que ayudar para encontrar una estrategia de salida, ayudar a los países a asumir los prisioneros, y a juzgarlos o liberarlos", dijo Schuessel, reclamando la cooperación de las organizaciones humanitarias.

Al mismo tiempo, insistió en la necesidad de que se respeten los derechos fundamentales y se acabe con "zonas grises" y "vacíos legales". Subrayó que había recibido de Bush "señales claras y compromisos claros" de que no habrá torturas ni entregas extraordinarias de terroristas.

AMENAZA DE ESTADOS UNIDOS

Bush dijo que ve "absurdo" que los europeos consideren a Estados Unidos una amenaza a la seguridad y a la paz, atribuyó esta percepción a la guerra de Irak, y lamentó que los Veinticinco no hayan comprendido que los atentados terroristas del 11-S "cambiaron la mentalidad" de los estadounidenses.

"Creo que es absurdo que la gente piense que somos más peligrosos que Irán", dijo Bush en la rueda de prensa final de la cumbre entre Estados Unidos y la UE. Enfatizó que la norteamericana es una "democracia transparente", que trata de acabar con la "tiranía" en otras partes del mundo, y que ha incrementado su ayuda humanitaria a África.

"La gente no está de acuerdo con mi decisión de invadir Irak. Lo comprendo. Pero para Europa el 11-S fue un momento, y para nosotros fue un cambio de mentalidad. (.) Sé que cuanto más nos alejemos del 11-S, más gente va a olvidar las lecciones del 11-S, pero yo no voy a olvidarlas", dijo.

El canciller austriaco salió en defensa de Bush y aseguró que, sin la participación norteamericana, Europa no se habría recuperado de la Segunda Guerra Mundial y no sería "pacífica" y "próspera". A su juicio, es "grotesco" decir que Estados Unidos es una amenaza a la paz mundial.

"Tenemos que ser justos con el otro lado del Atlántico, deberíamos comprender lo que significó el 11-S para los norteamericanos, fue una auténtica conmoción porque por primera vez fueron atacados en su territorio. Y los europeos no podemos ser inocentes, también hemos sido atacados en Madrid o en Londres", agregó.

SINTONÍA EN POLÍTICA EXTERIOR Y DIFERENCIAS EN VISADOS

Europeos y norteamericanos pusieron de relieve su sintonía en cuestiones de política exterior, una vez cerradas las heridas de la guerra de Irak, y pactaron una postura común sobre el programa nuclear en Irán y la prueba balística que pretende realizar Corea del Norte. También acordaron lanzar una "cooperación estratégica" en materia de energía para garantizar la seguridad de suministro.

Bush reconoció que Estados Unidos está "enganchado" al petróleo y apostó por una mayor diversificación de las fuentes energéticas y por las tecnologías limpias. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recalcó que esta cooperación está ligada al establecimiento de un diálogo de "alto nivel" sobre cambio climático, energías limpias y desarrollo sostenible.

En lo que no hubo acuerdo fue en la cuestión de los visados. En la actualidad, todos los antiguos Estados miembros, salvo Grecia, y también Eslovenia, están exentos de visado si viajan a Estados Unidos. Bruselas exige que este régimen se extienda a los países de la ampliación. Pero en la declaración final de la cumbre sólo se reconoce la necesidad de "progresos tangibles" en esa dirección.

Tampoco se registraron avances en las negociaciones de liberalización comercial de la ronda de Doha, aunque Bush dijo que no se puede consentir un fracaso porque sería una "oportunidad perdida" para impulsar el crecimiento y ayudar a la gente más necesitada.

Finalmente, la UE tampoco obtuvo ninguna respuesta positiva a sus preocupaciones por las tendencias "proteccionistas" en Estados Unidos, y que se ha cobrado su primera víctima en el acuerdo de liberalización del mercado aéreo, que debería haberse firmado en esta cumbre, pero que se retrasa por la reticencia del Congreso a permitir un mayor control de las empresas europeas en las aerolíneas norteamericanas. Las dos partes se limitaron a reiterar su compromiso de intentar encontrar una solución antes de finales de año.