MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario jefe de la Comisión Electoral Independiente de Afganistán (IEC), Zia ul Haq Amarjail, ha anunciado este lunes su dimisión, después de que el equipo del candidato presidencial Abdulá Abdulá le acusara de haber amañado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el 14 de junio y difundiera unas grabaciones con su voz para demostrar el fraude, ha informado la cadena de televisión afgana Tolo.
El secretario jefe de la IEC ha anunciado su renuncia después de que el equipo de Abdulá difundiera este domingo en rueda de prensa las grabaciones de cinco conversaciones telefónicas en las que un hombre identificado como Amarjail y otros altos cargos electorales y del equipo del candidato rival de Abdulá, el exministro Ashraf Ghani, hablaran sobre la forma de "rellenar" las "ovejas" en las elecciones, una alusión que el equipo de Abdulá interpreta como una prueba del fraude en la segunda vuelta de los comicios.
Acompañado en rueda de prensa por el presidente de la IEC, Ahmed Yusuf Nuristani, Amarjail ha asegurado que su dimisión no es consecuencia de la difusión de esas grabaciones y ha asegurado que son falsas y que nunca ha hablado en esos términos.
"No he dimitido por la presión de nadie", ha afirmado Amarjail. "Sólo he dimito por el bien del proceso electoral y de los intereses nacionales", ha asegurado. Amarjail ha "rechazado enérgicamente" las acusaciones en su contra y ha dicho que ha habido una conspiración para intentar echarle de la Comisión Electoral Independiente.
Nuristani ha manifestado su apoyo a Amarjail y ha dicho que la comisión lamenta su renuncia. Además, ha asegurado que cree que Amarjail es honesto, tiene talento y es un "patriota".
ABDULÁ CELEBRA LA RENUNCIA
Por su parte, el candidato presidencial Abdulá Abdulá ha celebrado la renuncia de Amarjail aunque no ha querido aclarar qué pasos tiene previsto dar con respecto a la Comisión Electoral Independiente.
Abdulá ha hecho hincapié en que la Comisión Electoral Independiente todavía tiene que cumplir sus dos condiciones: admitir que hubo menos de siete millones de votos en la segunda ronda de las presidenciales y que habrá transparencia en el recuento.
El candidato presidencial ha dicho que sus exigencias no son un intento por presionar a las autoridades electorales durante el recuento de sufragios y que su única preocupación es la integridad de los comicios.