Actualizado: jueves, 10 marzo 2016 21:47

DAKAR, 10 Mar. (Reuters/ EP) -

Los dos principales clanes tuareg en guerra en el norte de Malí han acordado este jueves el cese de las hostilidades después de la ola de violencia del pasado mes en la que murieron decenas de personas.

"Las dos comunidades han acordado lo siguiente: detener todas las formas de violencia en el área, sobre todo en Menaka y la zona de Ansogo", según señala el acuerdo, que ha sido firmado por los dos clanes después de una reunión celebrada en Tinfadimata, a unos 50 kilómetros de la región de Gao, esta misma semana.

Estos clanes, conocidos como Imghads y Daoussak, y sus aliados arrasaron Gao en febrero. Los residentes de la zona han denunciado masacres perpetradas por hombres armados de ambos clanes, en las que muchas mujeres y niños han muerto.

Las disputas entre los dos clanes, agravadas por el asesinato de uno de los jefes de Daoussak, han subrayado los desafíos a los que se enfrenta Naciones Unidas para implementar el tratado de paz firmado en junio del año pasado, y que tenía el objetivo de frenar la escalada de violencia y las sucesivas rebeliones de la minoría tuareg en el norte del país.

Este tratado está en punto muerto, a pesar de los millones de dólares prometidos por donantes internacionales, debido a la insurgencia islamista en Malí, que ha dificultado el acceso de las fuerzas de paz de la ONU así como del Ejército del país.

La portavoz de las fuerzas de paz de la ONU en el país Radhia Achouri ha confirmado que se ha llegado a un alto el fuego y ha señalado que la organización internacional ha mediado entre los clanes. "Creemos que esos arreglos contribuyen a los esfuerzos que se están haciendo para conseguir un proceso de paz", ha añadido. Sin embargo, el pacto no hace mención a las comunidades Fulani, los principales rivales del clan Daoussak y que han estado involucrados en algunas de las contiendas más recientes.

Uno de los desafíos a los que se enfrentan las fuerzas de la ONU y otros activistas, que tratan de restablecer la paz en la región, es la dificultad para distinguir entre yihadistas y milicianos de los clanes que firmaron el tratado de paz en junio del 2015.

Las tropas francesas lograron dispersar a los milicianos islamistas de las ciudades del norte del país en 2013, pero estos se han regrupado y han iniciado nuevos ataques contra las fuerzas de Malí y de la ONU, en los que han matado al menos a 20 personas en lo que va de año.

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