GINEBRA, 2 Jun. (Reuters/EP) -
El plan de la ONU para lanzar desde el aire la ayuda en las zonas asediadas de Siria se está viendo retrasado por las dudas que han expresado varios países en materia de seguridad, lo que haría casi indispensable el visto bueno del régimen de Bashar al Assad.
Así lo ha reconocido este jueves el 'número dos' del enviado de la ONU para Siria, Ramzy E. Ramzy, un día después de que expirase el plazo del 1 de junio que había fijado la organización para comenzar por el reparto.
Ramzy ha explicado ante los periodistas que, si bien la entrega aérea "sigue siendo una opción si por tierra no se puede", este paso no será "inminente". "No son solo los rusos los que están preocupados por la seguridad, es un asunto que tiene quedar resuelto antes de que podamos seguir", ha añadido.
Por su parte, el encargado de la ONU para el reparto de ayuda humanitaria en Siria, Jan Egeland, ha advertido de que un convoy que iba a ser enviado este viernes a Daraya, a las afueras de Damasco, podría quedar aplazado. No obstante, ha apuntado que existen "indicios claros" de que el envío será, en cualquier caso, cuestión de días.