MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha denunciado este martes la situación del iraní Vahid Afkari, hermano del luchador Navid Afkari ejecutado en 2020, que ha cumplido 1.000 días en régimen de aislamiento en una cárcel de Irán.
El Departamento de Estado ha criticado que ambos hermanos fueron detenidos injustamente y torturados para dar confesiones falsas. Vahid fue condenado a 33 años y nueve meses de prisión y a 74 latigazos.
"El trato dado a Vahid es típico de las autoridades judiciales de la República Islámica, que no están interesadas en la justicia, sino que se esfuerzan por infundir miedo en los corazones de los civiles y manifestantes corrientes", ha manifestado el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, en una rueda de prensa.
Es por esto que Patel ha aprovechado la ocasión para pedir a las autoridades iraníes "que liberen a Vahid y a todos los iraníes, entre ellos muchos jóvenes, que siguen encarcelados por ejercer sus Derechos Humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión".
"Irán ha llevado a cabo acciones atroces, ha violado de manera flagrante los Derechos Humanos de las personas, no ha respetado las garantías de juicio justo ni otros aspectos básicos cuando se trata de este tipo de cosas", ha denunciado.
El portavoz, al ser preguntado sobre la eficacia de las sanciones impuestas a Teherán, ha señalado que las medidas aprobadas por las autoridades estadounidenses "están teniendo un impacto directo en su país y en su pueblo".
"Creo que si le preguntamos al régimen iraní, dirán que las sanciones estadounidenses están afectando significativamente a su economía. Están contribuyendo a la inflación y al desempleo", ha explicado.
"Las sanciones estadounidenses, independientemente de cuáles sean las entidades y los objetivos específicos, tienen por supuesto un impacto", ha remarcado, agregando que las designaciones tendrán "en cuenta las atroces violaciones" tanto contra el pueblo iraní como "sus actividades en la región en general".
Así, ha asegurado que Washington "seguirá tomando medidas para que el régimen iraní rinda cuentas" y, de esta forma, "seguir exigiendo responsabilidades a Irán por sus atroces abusos de los Derechos Humanos, por sus actividades desestabilizadoras".
