EEUU.- El segundo candidato de Obama para gestionar la seguridad nacional de transportes retira su candidatura

Actualizado: sábado, 27 marzo 2010 19:00

NUEVA YORK, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La segunda opción del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para dirigir la Administración de Seguridad en el Transporte, general Robert Harding, se ha desvinculado de su candidatura después de que varios senadores investigaran sus negocios y cuestiones personales durante su etapa como contratista en la guerra de Irak y para la seguridad en la Casa Blanca.

"Las distracciones causadas por mi trabajo como contratista de defensa no serían beneficiosas ni para esta administración ni para el departamento de Seguridad Interior", declaró Harding a través de un comunicado tachado de "decepcionante" por el presidente Obama, según hizo saber su portavoz, Nicholas Shapiro.

El primer candidato de Obama, el oficial de la Policía del Aeropuerto de Los Ángeles, Errol Southers, retiró su candidatura el pasado mes de enero culpando a presiones republicanas y ciertas revelaciones sobre información perjudicial reveladas al Congreso sobre su carrera en las fuerzas de la Ley.

Harding, por su parte, contaba con más de tres décadas de experiencia militar, incluyendo su cargo como director de operaciones de la Agencia de Inteligencia de Defensa y asesor del equipo de transición de Obama en materia de Inteligencia.

Sin embargo, Harding podría haber acabado "frustrado", según fuentes cercanas consultadas por el 'NY Times', por los obstáculos que aparecieron durante el proceso de confirmación en buena medida debidos a su pasado como contratista.

Su retirada no hace sino retrasar uno de los cargos que quedan por ocupar en la Administración Obama, 14 meses después de la llegada al poder del presidente estadounidense. Es un vacío especialmente notorio en ocasiones como la del intento de atentado contra el vuelo de Northwest con destino Detroit del pasado día de Navidad de 2009, cuando un estudiante nigeriano presuntamente afín a Al Qaeda intentó hacer estallar el aparato, sin éxito.