MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), Luay al Mokdad, ha publicado este martes un comunicado en Facebook en el que ha dado al partido-milicia chií libanés Hezbolá un ultimátum de 48 horas para detener sus presuntas operaciones en Siria, amenazando con responder militarmente a las fuentes de fuego en el interior de Líbano.
"Si Hezbolá no deja de bombardear el territorio sirio desde Líbano en el plazo de 48 horas, responderemos", resalta el comunicado. Asimismo, ha pedido a los ciudadanos libaneses que se alejen de los lugares en los que están ubicados los dispositivos de lanzamiento.
Sin embargo, la confusión ha surgido horas después cuando Fahd al Masri, portavoz del Comando Conjunto del ELS, ha negado la existencia de todo vínculo entre la formación y el comunicado.
En declaraciones a la emisora Voice of Lebanon, Al Masri ha recalcado que el ELS confrontará "al régimen criminal de (el presidente sirio, Bashar) Al Assad, sus bandas y a los mercenarios que le ayudan en Siria". Pese a ello, ha pedido a Hezbolá que detenga sus presuntas operaciones en el país.
"Hezbolá pretende trasladar la batalla a territorio libanés tras darse cuenta de que el régimen al que está defendiendo ha perdido su poder", ha remachado Al Masri, según ha recogido el diario libanés 'An Nahar'.
El lunes, el comandante general del ELS Salim Idris anunció que ha dado órdenes a sus combatientes de que traten a los miembros de Hezbolá capturados en Siria "como mercenarios y no como prisioneros de guerra". Idris ha indicado que los combatientes de Hezbolá capturados serán juzgados ante tribunales militares.
"No serán tratados en base a las condiciones mencionadas por el Derecho Internacional, en la que se menciona a los prisioneros de las partes en conflicto", explicó. "Damos la bienvenida a todas las partes internacionales que quieran garantías durante el proceso", añadió.
Este anuncio se produjo tras la muerte de al menos doce rebeldes sirios y tres miembros de Hezbolá durante el fin de semana en el marco de intensos combates en el lado sirio de la frontera entre ambos países. La formación islamista apuntó que sus miembros habían actuado "en defensa propia" y negó que formaran parte del conflicto.
Los enfrentamientos tuvieron lugar en la localidad de Qusayr, poblada en su mayoría por chiíes libaneses, desplazados cinco kilómetros de su país natal. Como consecuencia de los combates, 30.000 libaneses han tenido que regresar a Beirut.
La línea oficial de Hezbolá consiste en desmentir que sus miembros estén colaborando con el Gobierno de Bashar al Assad para combatir a los rebeldes, tal y como denuncia la oposición siria.
Sin embargo, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, declaró el pasado mes de octubre que uno de sus comandantes, Alí Husein Nasif, había muerto en el lado sirio de la frontera como consecuencia de un bombardeo rebelde. Nasralá enumeró hasta 23 localidades pobladas por libaneses en Siria que se habían levantado en armas contra los rebeldes sirios, pero negó que recibieran asistencia directa de su partido.
POSTURA DE DAMASCO Y LA CNFORS
Por su parte, el embajador sirio en Líbano, Alí Abdulkarim Alí, aseguró que las fuerzas de seguridad sirias no necesitan apoyo militar en sus combates contra los grupos opositores armados y desmintió que Hezbolá esté presente en territorio sirio.
Así, solicitó a los medios de comunicación árabes y occidentales que "respeten los estándares morales y la credibilidad" a la hora de informar sobre los acontecimientos en el país árabe, según recogió la agencia chií de noticias Ahlulbayt.
Por contra, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) condenó "la interferencia en los asuntos internos sirios" de Hezbolá e Irán, que consideró como "una violación de los acuerdos internacionales que no puede ser ignorada".
"Los testimonios de muchos sirios y los eventos documentados confirman una participación directa de Hezbolá en las actividades criminales en el país", manifestó la coalición a través de un comunicado.
"La participación de Hezbolá no puede ser justificada bajo ninguna excusa y es una violación de los acuerdos internacionales. Los continuos asaltos de la formación están respaldados por los comunicados iraníes contra la dominación colonial", apostilló.
