Los enfrentamientos en la capital de Sudán del Sur obligan a huir a más de 15.000 personas

Dos niños en una escuela atacada de Sudán del Sur
UNICEF/UN018992/GEORGE
Actualizado: lunes, 11 julio 2016 20:45

NAIROBI, 11 Jul. (Reuters/EP) -

Los combates que han tenido lugar en los últimos días en Yuba, la capital de Sudán del Sur, han obligado a más de 15.000 personas a huir de sus casas, forzadas por soldados, mientras que miles todavía se encuentran atrapadas en sus hogares sin agua ni comida, según han denunciado agencias de Naciones Unidas.

El pasado jueves estallaron los enfrentamientos entre el Ejército sursudanés, comandado por el presidente, Salva Kiir, y las fuerzas leales a su vicepresidente y rival político, Riek Machar. Kiir ha anunciado este lunes un alto al fuego para el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán después de que los combates hayan dejado tras de sí más de 270 muertos en tan solo cuatro días.

De acuerdo con datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), más de 15.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en Yuba para escapar de la violencia. La misión de paz de la ONU en Sudán del Sur ha declarado que más de 7.000 personas han acudido en busca de refugio a sus bases en los últimos días. Las bases militares de Naciones Unidas en el país ya acogían a más de 30.000 personas a raíz de los conflictos anteriores.

Otras 3.000 personas se encuentran refugiadas en las instalaciones del PMA y 3.000 ciudadanos más están en una de las iglesias de la ciudad, según ha declarado la portavoz del PMA en Nairobi, Charlliss McDonough. "Buscan cualquier lugar que sea seguro. Estamos metiendo a toda la gente que podemos en el búnker del PMA porque todavía hay combates en el área", ha declarado McDonough.

La misión de Naciones Unidas (UNMISS) ha condenado este lunes el uso de armas pesadas, como misiles y helicópteros de ataque, cerca de sus bases, donde ocho personas han perdido la vida y más de una decena han resultado heridas en las últimas 24 horas.

Una sala de maternidad controlada por la ONG Cuerpos Médicos Internacionales en la base militar de la ONU en el barrio de Yebel, en Yuba, fue alcanzada por un proyectil y obligó al personal humanitario a trasladar a decenas de pacientes en estado crítico a otro centro médico dentro de la base.

Una portavoz de la organización humanitaria, Larissa Schneider, ha declarado que desde el jueves han perdido la vida dos de los 139 pacientes que son tratados en el centro.

"TIENES 10 MINUTOS PARA SALIR DE AQUÍ"

"Nuestro personal nos ha dicho que han tratado de dejar sus casas porque no se sienten seguros", ha declarado el director de la ONG irlandesa Concern Worldwide en Sudán del Sur, Feargal O'Connell. "En algunas zonas de la ciudad, los soldados están diciendo a los ciudadanos que dejen sus barrios y no les están dejando ningún margen: "tienes 10 minutos para salir de aquí", les dicen. En otras zonas, la gente está tratando de escapar pero se encuentra con carreteras cortadas y con soldados que les obligan a volver a sus casas", ha añadido O'Connell.

La comunidad humanitaria se ha mostrado muy preocupada ante la posibilidad de que la población en Sudán del Sur se quede sin agua potable, ya que normalmente llega en camiones que venden agua purificada del río Nilo y las carreteras están cortadas.

El director de Oxfam en el país, Zlatko Gegic, ha declarado que una de sus mayores preocupaciones es "que la falta de agua limpia pueda producir un nuevo brote de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera". Entre 2014 y 2015 hubo un brote de cólera en Yuba, una enfermedad que si no es tratada puede provocar la muerte del infectado en días. "Tememos que se produzca el mismo escenario otra vez muy pronto", ha añadido Gegic.

Los enfrentamientos han finalizado este lunes por la tarde, por lo que se ha permitido que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) haya enviado ayuda humanitaria por primera vez desde el sábado. CIRC ha declarado que su prioridad ahora es negociar con las autoridades militares para que se les permita asistir a los heridos y enterrar a los muertos.

Esta nueva oleada de violencia se ha producido tras un año de tensiones para implementar un acuerdo de paz entre ambos bandos con el que la comunidad internacional confiaba en poner fin a la lucha sectaria que comenzó en 2013. La comunidad humanitaria teme que Sudán del Sur, que cumplió cinco años como nación independiente el sábado, recaiga en la guerra civil si continúan los enfrentamientos.

En 2013, Kiir, de etnia dinka, destituyó a Machar, de etnia nuer, como vicepresidente, lo que desencadenó la sublevación de la parte del Ejército leal a Machar y supuso el comienzo de una guerra civil. El conflicto dejó tras de sí más de 10.000 muertos y dos millones y medio de desplazados internos. Más de 200.000 personas todavía se encuentran refugiadas en las bases militares de Naciones Unidas en el país.