CARACAS, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La última subida del salario mínimo ordenada por el Gobierno de Nicolás Maduro ha entrado este lunes en vigor, que acumula un incremento total del 64,5 por ciento en lo que va de año, mientras el coste de la vida en Venezuela sigue aumentando.
A partir de hoy el salario mínimo subirá un 15 por ciento, hasta los 4.889,1 bolívares, tal y como decretó Maduro el pasado 17 de noviembre. Ello se suma a lazas del 30 por ciento en mayo y del 10 por ciento en enero.
"Esto es porque estamos en guerra, hay una guerra económica contra el país y tiene efectos sociales", dijo entonces el inquilino del Palacio de Miraflores para justificar la subida del salario mínimo, según ha informado el diario venezolano 'El Universal'.
Sin embargo, el aumento total en 2014, un 64,5 por ciento, apenas cubriría la incesante escalada de los precios de los productos básicos en el país iberoamericano, de acuerdo con un estudio realizado por la consultora Econometría.
El Banco Central de Venezuela apuntó en agosto a una inflación del 63,4 por ciento, aunque la Canasta Alimentaria Normativa, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentó en septiembre hasta los 5.741,06 bolívares, un 72,9 por ciento.
Econometría ha determinado que, con estas cifras, las subidas encadenadas del salario mínimo apenas amortiguarían el aumento del coste de la vida. El 40 por ciento de los venezolanos que cobran el salario mínimo perderían entre un dos y un cinco por ciento de poder adquisitivo.
CRISIS DE ABASTECIMIENTO
Desde hace un año, Venezuela sufre una grave crisis económicas, entre otras cosas, debido a la caída del precio del petróleo en el mercado internacional, que ha llevado a una falta de divisas que dificulta las importaciones.
La principal consecuencia de ello ha sido el desabastecimiento de productos básicos, como alimentos y medicamentos, incluso en los quirófanos, lo que ha enfurecido a la población venezolana, también a las clases bajas, base social del 'chavismo'.
Maduro atribuye esta crisis a la "guerra económica" supuestamente lanzada por la derecha nacional e internacional para derrocar a su Gobierno y, para frenarla, ha puesto en marcha una "ofensiva" con leyes habilitantes.
La oposición, por su parte, ha achacado el desabastecimiento a la mala gestión económica del Gobierno y a la corrupción en el oficialismo, algo que también se ha denunciado desde las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
