El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan
UMIT BEKTAS / REUTERS
Actualizado: sábado, 12 diciembre 2015 5:01

DOHA, 12 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este viernes que la reclamación presentada por el Gobierno iraquí ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la presencia de fuerzas turcas en el país no es una medida honesta.

"Pueden recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU, que es su derecho natural, pero no ha sido un paso honesto", ha afirmado Erdogan en una entrevista concedida a la cadena Al Yazira.

Bagdad quiere que el Consejo de Seguridad ordene a Turquía la retirada, inmediata e incondicional, de sus tropas desplegadas en un campamento cercano a la ciudad de Mosul, tomada por el autodenominado Estado Islámico, señalando que la incursión militar turca es una "violación flagrante" del Derecho internacional.

"Llamamos al Consejo de Seguridad para exigir a Turquía que retire de inmediato sus fuerzas (...) y que no vuelva a violar la soberanía iraquí", ha asegurado Mohamed Ali Alhakim, embajador de Irak ante la ONU, en una carta a la embajadora estadounidense Samantha Power, presidenta del Consejo de Seguridad este mes.

"Esto se considera una violación flagrante de los principios de la Carta de la ONU y una violación de la integridad territorial iraquí y de la soberanía del Estado de Irak", ha indicado Alhakim en la misiva, según una traducción no oficial del original en árabe.

La carta, a la que la agencia Reuters ha podido acceder, se envió después de que el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, encargara al ministro de Relaciones Exteriores presentar una queja formal ante la ONU.

"La asistencia con entrenamiento militar y tecnología y armamento avanzados para combatir al Estado Islámico deben estar sustentados por acuerdos bilaterales y multilaterales y tener un respeto cabal de la soberanía nacional y de la Constitución iraquí, además de ser realizada en coordinación con las fuerzas armadas iraquíes", escribió Alhakim a Power, destacando que la incursión turca era "un acto agresivo".

La disputa sobre el despliegue de los soldados turcos ha agriado las relaciones entre Ankara y Bagdad, que niega haber aceptado la entrada de soldados turcos. Por su parte, Turquía afirma que las tropas se enviaron como parte de una misión internacional para entrenar y equipar a fuerzas iraquíes en su lucha contra el Estado Islámico.

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