WASHINGTON, 10 Jul. (EP/AP) -
Estados Unidos expresó ayer su sorpresa por la recomendación de los fiscales etíopes de condenar a pena de muerte a 38 políticos y activistas acusados de incitar a la violencia en un intento por derrocar el Gobierno.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, no llegó a criticar la recomendación, pero sí señaló que piden al Gobierno de Etiopía y a los tribunales que "tomen medidas" que garanticen una sentencia "compatible con los grandes objetivos de mantener la autoridad de la ley y promover la necesaria reconciliación".
El tribunal en el que se lleva el caso contra los políticos y activistas dictará le sentencia, previsiblemente, el próximo 16 de julio.
Para la acusación, la pena capital es apropiada para los líderes juzgados ya que los consideran parte del grupo de más de 100 personas encarceladas por supuesta incitación a la violencia después de las polémicas elecciones en Etiopía en mayo de 2005.
A pesar de que existe un corredor de la muerte en Etiopía, lo cierto es que nadie ha sido ejecutado en al menos ocho años.
