El expresidente de Liberia deberá cumplir su condena en Reino Unido

Actualizado: miércoles, 25 marzo 2015 20:26

MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona ha desestimado el recurso que el expresidente de Liberia, Charles Taylor, presentó pidiendo cumplir su pena de 50 años de prisión en Ruanda en lugar de hacerlo en Reino Unido.

   Taylor argumentaba en su recurso que su encarcelamiento en la prisión británica de Frankland, en Durham, viola su derecho a una vida familiar, puesto que se denegó a su mujer y sus hijos el visado para entrar a Reino Unido y por lo tanto se les impidió visitarlo. También consideraba estar bajo aislamiento en la práctica por su vulnerabilidad ante otros reclusos.

   Además, aseguraba ser el único prisionero condenado por un tribunal internacional a quien obligan a cumplir su condena en otro continente contra su voluntad. Argumentaba que el coste de los viajes a Ruanda sería inferior y que el personal de ese país comparte "afinidad cultural" con él.

   La fiscal, Brenda J. Hollis, se opuso al recurso argumentando, entre otras cosas, que el encarcelamiento de Charles Taylor en Ruanda "incrementaría sus posibilidades para debilitar la paz, la seguridad, la estabilidad y el orden público en Liberia y la sub-región de África Occidental". Además, consideró que esa cercanía "tendría consecuencias en la seguridad y la sensación de seguridad de las víctimas, del personal del tribunal y de los actuales y antiguos altos cargos del Estado".

NO CUMPLÍAN LOS REQUISITOS PARA EL VISADO

   Los magistrados han considerado que la denegación de visados a la familia de Taylor no constituía una violación de su derecho a una vida familiar, puesto que se debió a que no cumplían los requisitos legales para la obtención de visados en Reino Unido e ignoraron la asistencia que se les ofreció para volver a solicitarlos. También ha argumentado que el ingreso del expresidente liberiano en la unidad médica se hizo tras consultarlo con él y "con su consentimiento e insistencia", no para infringir sus derechos sino para garantizarlos.

   Asimismo, el tribunal ha aducido que los reclusos no tienen derecho a elegir el lugar de su arresto y que Taylor no tiene justificación para exigir un trato igual al de otros prisioneros africanos dadas sus circunstancias excepcionales y la gravedad de sus crímenes. Los magistrados han incluido en su sentencia una cita del Consejo de Seguridad de la ONU en la que declaran que su presencia en África Occidental podría obstaculizar la seguridad y amenazar la paz.

   Charles Taylor, que actualmente tiene 67 años, fue declarado culpable de once crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y otras violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario, convirtiéndose en el primer jefe de Estado sentenciado por un tribunal internacional desde la II Guerra Mundial. El tribunal estimó que había planificado, ayudado e incitado a crímenes cometidos por fuerzas rebeldes en la guerra civil de Sierra Leona, y lo sentenció a 50 años de prisión en mayo de 2012.

   Reino Unido es uno de los países que han acordado acoger en sus prisiones a los criminales condenados por este tribunal, junto con Finlandia, Suecia y Ruanda. En la guerra civil de Sierra Leona (1991-2002), más de 50.000 personas fueron asesinadas, y otras decenas de miles fueron mutiladas por las milicias apoyadas por la vecina Liberia con las ganancias de los "diamantes de sangre" extraídos en el país.

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