Archivo - El expresidente de Ucrania Viktor Yanukóvich - LIU YIRAN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Ucrania Viktor Yanukovich ha instado a las autoridades del país que dejen de dividir a la población en "buenos y malos" ucranianos y que reconozcan el punto de vista de aquellos que "evalúan la situación de forma diferente".
Durante un discurso, Yanukovich ha pedido también a los dirigentes del país que cesen en sus "mentiras" sobre las supuestas "constantes victorias" del Ejército ucraniano en el marco de la guerra contra Rusia, pues "la situación en el país da testimonio de algo completamente diferente".
El exmandatario ha pedido "dar la oportunidad de hablar a los políticos que ofrecen un punto de vista alternativo que difiere de la posición oficial", y ha apuntado a la necesidad de "unirse" para lograr soluciones a una guerra en la que "cientos de ucranianos mueren cada día", según recoge la agencia rusa de noticias TASS.
Yanukovich, quien presidió Ucrania entre 2010 y 2014 y cuya salida estuvo relacionada con las revueltas del Euromaidán --unas protestas que para Rusia derivaron en un golpe de Estado--, ha lamentado que los sucesivos gobiernos han "engañado" a la población respecto a la paz en el Donbás, zona de conflicto con Rusia desde aquel momento.
"Resulta que todos estos años las autoridades de Kiev simplemente mintieron sobre su deseo de paz (...) En 2019 nuestro país esperaba la paz, pero en 2022, por ambiciones desorbitadas (...) diplomacia de las cavernas y circo político mediocre (...) tenemos una guerra", ha criticado.
Finalmente, el exjefe de Estado ha asegurado saber cuáles deberían ser "los próximos pasos, acciones y decisiones" que deben tomar las autoridades ucranianas para alcanzar la paz en el marco de la guerra iniciada por Rusia a finales del mes de febrero.
Yanukovich, quien fue gobernador de Donetsk entre 1997 y 2002, se convirtió en primer ministro entre 2006 y 2007 y posteriormente ocupó el cargo de presidente entre 2010 y 2014, cuando el Parlamento votó a favor de cesarle tras las protestas, desencadenadas por su negativa a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
