Fallecen tres soldados libios en una emboscada cerca de los yacimientos petrolíferos de Sarir

Actualizado: domingo, 19 enero 2014 4:45

MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

Tres soldados libios han muerto este sábado en una emboscada perpetrada por un grupo de hombres armados cerca de los yacimiento petrolíferos de Sarir, situados en el noreste de Libia, según ha informado el periódico 'Libia Herald'. El repunte de la violencia en el este y en el sur del país ha motivado la declaración del estado de máxima alerta en Libia.

El comandante de la brigada 25 del Ejército, Salé Mohamed, ha afirmado que el ataque, llevado a cabo por milicianos de la zona, se produjo cuando volvían de realizar un suministro a la vecina localidad de Jalu.

No es la primera vez que los soldados libios sufren una emboscada de estas características en las zonas aledañas al yacimiento de Sarir por parte del mismo grupo armado, según ha asegurado Mohamed.

El comandante ha apuntado que la milicia podría ser la misma que atracó una granja de la localidad de Sarir y que concluyó con el secuestro de uno de sus propietarios. En la réplica a aquella ofensiva, cinco hombres armados perdieron la vida.

No obstante, esta zona también es caldo de cultivo de enfrentamientos entre etnias rivales por el control de la zona. La tribu de los tebu bloquearon el yacimiento de Sarir hasta la semana pasada, tras casi tres meses de protesta, en demanda de un mayor reconocimiento oficial de esta etnia minoritaria.

La brigada 25 del Ejército libio está compuesta principalmente por soldados tebu y, desde abril de 2011, cuando se recrudecieron los combates entre las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi y los rebeldes, se han encargado de guarnecer las instalaciones petrolíferas de Sarir, Messla y Al Shula.

TENSIONES EN LIBIA

La tribu tebu vive principalmente en Chad, país fronterizo con Libia, pero también pueden hallarse comunidades minoritarias tebu en Sudán, Níger y en el sur de Libia. Tradicionalmente, han recibido un trato desigual, ya que no son considerados árabes puros por los libios residentes en las ciudades costeras del norte y sedes de los órganos de Gobierno y las fuerzas de seguridad libias.

Libia se ha sumido en una ola de violencia, instigada por alrededor de 1.700 milicias que luchan por reafirmar su influencia regional, que ha degenerado en numerosos atentados contra objetivos gubernamentales y de las fuerzas de seguridad.

La inestabilidad política ha ubicado al Gobierno libio en una situación delicada, con un frente político añadido en la región de Cirenaica, la mitad oriental de Libia, que lucha desde hace años por una mayor autonomía política, con Bengazhi como capital.

Desde el pasado verano han sido frecuentes los ataques contra las instalaciones petrolíferas del centro y el sur del país, fuente primordial de ingresos de Libia. Como consecuencia, los niveles de producción descendieron a sus niveles mínimos desde las revueltas que comenzaron a finales de 2010 y que depusieron al régimen de Gadafi.