La familia del palestino que mató a un colono israelí admite su "orgullo" y dice que cumplió con su "deber"

Actualizado: jueves, 2 mayo 2013 19:19

SHWEIKEH (CISJORDANIA), 2 May. (Reuters/EP) -

La familia del joven palestino que mató el martes a un colono israelí ha atribuido el crimen al "destino" y ha reconocido el "orgullo" que sienten por lo ocurrido. El ataque supone la primera muerte de un israelí a manos de palestinos en Cisjordania desde marzo de 2011.

El hermano de Salam Zaghal, Ali, ha leído un mensaje que recibió la mañana del pasado martes: "Perdóname, hermano". Poco después, Zaghal, de 21 años, apuñaló y mató a un israelí antes de recibir un disparo de las fuerzas de seguridad y ser detenido.

"Fue el destino y lo asumimos con orgullo", ha declarado el padre del supuesto agresor, Assad, sentado junto a su familia. "Lo que hizo es un deber para todos los palestinos que viven bajo la agresión del Ejército y los colonos", ha apostillado.

La familia ha negado que el crimen se deba a un intento de Salam por limpiar el apellido Zaghal, algo que han sugerido fuentes de los servicios de seguridad de Israel. Estas fuentes han recordado que otro de los hermanos, Abdulfatá, fue condenado a diez años de cárcel por espiar para Israel.

Pese a la pena dictada, las autoridades le concedieron la libertad bajo fianza. "Cumplí un año (entre rejas). Dijeron que estaba informando, pero es completamente falso y no tienen pruebas", ha criticado un pensativo Abdulfatá Zaghal.

El propio Salam también pasó un tiempo en la cárcel, en concreto tres años y medio que cumplió hasta hace dos meses. En su caso, las autoridades le acusaron de colocar explosivos en una barrera levantada por Israel cerca de su vivienda y de intentar arrebatarle el arma a un soldado, ha explicado su familia.

"Le permitieron salir de una prisión pero, ¿para qué? Esto es una prisión al aire libre", ha lamentado otro de los hijos de la familia Zaghal, Ali, que ha recordado que su hermano Salam no tenía trabajo y hablaba cada vez más del sufrimiento de los palestinos detenidos en cárceles israelíes.

Según los datos del servicio de seguridad interna de Israel, el Shin Beit, en 2012 no se registró la muerte violenta de ningún israelí en Cisjordania, mientras que en 2011 perdieron la vida siete personas. En marzo de 2011, dos colonos y tres de sus hijos pequeños fueron apuñalados hasta la muerte en su propia casa.

Aparte, nueve palestinos han muerto a manos de las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania en lo que va de año, fundamentalmente en de enfrentamientos, cuya intensidad ha aumentado en los últimos meses.