MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) ha recalcado este jueves que la comunidad internacional debe aumentar su inversión en los esfuerzos de respuesta ante el brote de ébola en República Democrática del Congo (RDC) para evitar un empeoramiento de la situación.
Emanuele Capobianco, director de la FICR para Sanidad y Atención, ha destacado que "la respuesta ante el ébola hace frente a un doble riesgo por la inseguridad y la falta de fondos".
"La situación de seguridad es compleja y requerirá un abanico de respuestas, incluido un incremento de la participación con las comunidades. Sin embargo, la situación de financiación puede ser arreglada. Necesitamos más inversión ahora", ha agregado.
Así, Capobianco ha manifestado que la comunidad internacional "no puede permitir que el ébola arraigue en Kivu Norte e Ituri --las dos provincias afectadas por el brote-- ni se puede permitir que se expanda a zonas urbanas donde sería mucho más difícil de controlar ni que se extienda a través de las fronteras internacionales".
La FICR ha resaltado que voluntarios de la Cruz Roja se han dirigido a las comunidades afectadas para hacer frente a las sospechas y preocupaciones en torno a las respuestas ante el brote.
"En RDC hemos entrenado a más de 1.500 voluntarios para llevar a cabo entierros de forma segura, digna y sensible con la cultura. Son fundamentales para evitar miles de infecciones y salvar las vidas de amigos y familias en sus comunidades", ha explicado Capobianco.
Los entierros seguros son clave en la lucha contra el virus. El 60 por ciento de los casos en Guinea durante el brote entre 2013 y 2016 en África Occidental estuvieron relacionados con entierros tradicionales. En partes de Sierra Leona esta cifra ascendió al 80 por ciento.
"Ahora no es el momento de bajar la guardia. Ahora es el momento de redoblar esfuerzos. Colectivamente tenemos las herramientas para contener, controlar y poner fin a este brote", ha remachado.
MÁS DE 1.150 MUERTOS
Según los datos facilitados este mismo jueves por el Ministerio de Sanidad congoleño, hasta la fecha se han registrado 1.760 casos --de ellos 1.672 confirmados-- y 1.161 muertes. En las últimas 24 horas se han confirmado 21 casos y catorce muertos.
El brote se ha visto agravado por los ataques de milicias, con cinco de estos asaltos contra los centros de tratamiento del ébola en los últimos meses, lo que propició que Médicos Sin Fronteras suspendiera temporalmente sus operaciones en dos de las zonas más afectadas.
Asimismo, parte de la población de la zona ha mostrado su suspicacia ante los trabajos de respuesta ante el ébola. El presidente, Félix Tshisekedi, pidió en abril colaboración con los trabajadores sanitarios y recalcó que "no es una enfermedad imaginaria".
El Ministerio de Sanidad congoleño confirmó a finales de marzo nuevos casos de ébola en las localidades de Beni y Oicha, en las que las autoridades dieron por controlado el brote durante el mes de febrero.
Las noticias sobre la reactivación del brote en Beni y Oicha llegaron una semana después de que las autoridades confirmaran el primer caso de ébola en la ciudad de Bunia, en la que residen cerca de un millón de personas.
