Camión donde murieron 71 migrantes en agosto de 2015
HEINZ-PETER BADER/REUTERS
Actualizado: jueves, 15 junio 2017 18:22

BUDAPEST, 15 Jun. (Reuters/EP) -

La Fiscalía de Hungría ha defendido que las autoridades del país no podrían haber hecho nada para prevenir la muerte de los 71 migrantes que en agosto de 2015 murieron asfixiados en un camión mientras cruzaban Europa en manos de traficantes.

Ocho mujeres, cuatro niños y 59 hombres refugiados de Siria, Irak y Afganistán murieron por asfixia en el camión donde eran transportados hacinados desde Hungría. Aunque no se conoce la fecha exacta de la defunción, el vehículo fue encontrado en una autopista austriaca el 21 de agosto de 2015, en plena crisis humanitaria en Europa y antes del cierre de fronteras de los países balcánicos.

El diario alemán 'Suddeutsche Zeitung' informó el miércoles de que la Policía húngara había interceptado y registrado conversaciones telefónicas entre los traficantes que conducían el camión, pero actuó demasiado tarde para detenerlo.

"No es correcto suponer que las autoridades húngaras pudieran haber evitado el crimen mortal teniendo en cuenta lo rápido que se desarrollaron los hechos", ha declarado a Reuters el portavoz de la Fiscalía de Hungría, Gabor Schmidt.

Schmidt ha dicho que la Policía húngara no tenía conocimiento de que las mafias transportasen migrantes en camiones, de manera que los esfuerzos se centraban en mapear y romper las redes de traficantes.

LOS TELÉFONOS DE LOS TRAFICANTES ESTABAN INTERVENIDOS

Los teléfonos de los líderes de la red de traficantes sí estaban intervenidos por la Policía dos semanas antes de la muerte de los 71 refugiados, ha añadido el portavoz.

'Suddeutsche Zeitung' ha tenido acceso a las grabaciones policiales donde el líder afgano prohíbe explícitamente al conductor del camión abrir las puertas a pesar de los golpes y los gritos de socorro que se escuchan desde el interior. "No puedes abrir la puerta bajo ningún concepto", dice en la grabación, "si mueren ahí dentro déjales en un bosque en Alemania", añade el cabecilla de los traficantes.

Mientras se producían, estas conversaciones no fueron escuchadas por el lado húngaro porque tuvieron lugar la madrugada del 27 de agosto. Schmidt ha vuelto a alegar que las autoridades no tenían datos de que "la vida de algunas personas pudiera estar amenazada dentro de algunos transportes", y que "no había ninguna razón ni tenían capacidad" para poder escuchar esas conversaciones en tiempo real.

Los idiomas, pashtú, búlgaro y dialectos serbios, eran también una dificultad adicional, ha añadido. "Esto implica que las autoridades húngaras sólo tenían capacidad para traducir y analizar las escuchas telefónicas después de que ocurrieran las muertes", ha declarado el portavoz.

Hay once hombres acusados en relación a la muerte de los 71 migrantes, el juicio comenzará la semana que viene.

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