PARÍS, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, ha hablado con su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn, para aclarar que París ve en las controvertidas declaraciones de la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, una opinión personal y no las extrapola al Gobierno luxemburgués.
La polémica partió de unas declaraciones de Reding en las que, además de manifestarse "horrorizada" por la expulsión de gitanos de territorio francés, indicó que "esperaba que Europa no tendría que volver a ver (situaciones así) tras la II Guerra Mundial".
La vicepresidenta de la Comisión Europea se disculpó este miércoles por las "interpretaciones" dadas a estas declaraciones y aclaró que "en ningún caso" pretendía establecer un paralelismo entre las repatriaciones masivas de gitanos y la II Guerra Mundial, aunque para entonces el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ya había sugerido a Reding en un encuentro con senadores de su partido que acogiese a los inmigrantes en su Luxemburgo natal.
Kouchner, que considera "inaceptables" las palabras de Reding, subrayó que la comisaria "no se expresó en nombre de Luxemburgo", según informa el Ministerio de Exteriores francés en un comunicado. Por este motivo, ha reiterado a Asselborn la "voluntad común" de mantener las "relaciones de amistad" entre los dos países.
"Estamos de acuerdo en la urgencia de responder a la enorme pobreza entre la población de origen rumano, especialmente en su país de origen", añadió Kouchner.