RIGA, 6 Mar. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, ha reclamado a Irán un mayor compromiso en las negociaciones con el Grupo 5+1 sobre su programa nuclear, indicando que los asumidos hasta ahora no son suficientes.
"Ha habido progresos, pero dado el volumen y la duración de los compromisos previstos, la situación aún es insuficiente", ha dicho Fabius desde Riga, donde ha participado en la reunión de ministros de Exteriores de la UE.
Fabius ha abogado por "un acuerdo sólido", pero se ha mostrado conscientes de que para llegar a él todavía "hay mucho trabajo que hacer". "En estos momentos persisten las dificultades", ha señalado el jefe de la diplomacia francesa.
Así las cosas, Fabius ha revelado que ha invitado a sus colegas alemán, Frank-Walter Steinmeier; británico, Philip Hammond; y estadounidense, John Kerry; así como a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, a una reunión en París el próximo sábado para abordar el estado de las negociaciones nucleares con Irán.
Sin embargo, las declaraciones de Fabius llegan un día después de que el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, haya sugerido que Teherán podría aceptar una congelación de algunos aspectos de su programa nuclear durante un periodo de diez años.
NEGOCIACIONES NUCLEARES
En noviembre de 2013, el Grupo 5+1 e Irán lograron cerrar un acuerdo preliminar de seis meses de duración, por virtud del cual Teherán se comprometió a congelar parte de su programa nuclear a cambio del levantamiento de algunas sanciones.
Los siete interlocutores acordaron en julio darse cuatro meses más, hasta el 24 de noviembre, para tratar de llegar a un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní, tras admitir ambas partes que persistían "diferencias significativas".
Sin embargo, las partes no lograron cerrar un texto definitivo para esa fecha, por lo que decidieron darse hasta el próximo 1 de julio para zanjar de una vez por todas la controversia sobre el programa nuclear iraní.
El acuerdo definitivo contemplaría que Irán pueda mantener un programa de enriquecimiento de uranio dentro de unos términos pactados y limitados. A cambio, la República Islámica debe despejar todas las dudas sobre la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa.
