Francia.- Sarkozy y Royal llaman a la movilización de sus militantes en sus últimos mítines de campaña

Actualizado: viernes, 4 mayo 2007 1:51

PARÍS, 3 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -

Los candidatos a las elecciones presidenciales francesas, Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal, dieron esta tarde sus últimos mítines de campaña. Tanto el aspirante del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) como la candidata del Partido Socialista (PS) francés protagonizaron dos actos públicos masivos en los que se mostraron confiados de su victoria respectiva, a pesar de que los estudios de opinión sobre la intención de voto dan como vencedor a Sarkozy.

"Nos quedan dos días para liquidar la herencia del Mayo de 1968, de renunciar a la renuncia, para que surjan de las profundidades del país una energía nueva, dos días para que se levante un gran movimiento popular que se lleve por delante los obstáculos, las dudas, los miedos (...) dos días para que todo sea posible, dos días en los que necesito vuestro ardor y vuestro entusiasmo", proclamó Sarkozy en los momentos finales de su último discurso de campaña.

Sarkozy volvió a derrochar carácter enérgico y dinámico desde la tribuna instalada en Montpellier y en la que, ante 15.000 personas, puso el broche final a su campaña. Su energía y dinamismo contrastaron con la versión que él mismo ofreció ayer en el debate televisado con Ségolène Royal y que hoy le costó que toda la prensa lo calificara de "zen".

En su discurso, Sarkozy enumeró buena parte de las ciudades que visitó "para encontrar a los franceses". De hecho 'Francia' ocupó un papel central en su última y masiva intervención de campaña presidencial. "Durante 4 meses he visitado todos los lugares que para mí y para todos los franceses simbolizan Francia porque todos encarnan una parte misteriosa de ella misma", aseguró.

Para Sarkozy, según dijo, esta tarde-noche, Francia ha cesado de ser para el "una idea para convertirse en una persona que sufre y que espera, que tiene sentimientos valores y que tiene una identidad", recuperando el tono más gaullista que se le haya podido escuchar en esta campaña.

Fue a partir de estas referencias al lenguaje del general Charles de Gaulle que Sarkozy desarrolló un discurso en el que trató sus temas favoritos: la identidad nacional, el trabajo y la inseguridad.

Tan anecdótico como poco relevantes han sido los temas internacionales en esta campaña presidencial fue la referencia al mundo mediterráneo que Sarkozy incluyó en su último discurso. Según su concepción de Francia, su país debe "hacer lo mismo que debe hacer el Mediterráneo".

"Cuando el niño griego deje de detestar al niño turco, cuando el niño palestino deje de odiar al niño judío, cuando el niño chií deje de maldecir al niño suní, cuando el cristiano tienda la mano al musulmán, cuando el niño argelino abra los brazos al francés (...) el Mediterráneo volverá a ser el lugar más alto de la cultura y del espíritu humano", mantuvo Sarkozy, antes de insistir en que sólo quedan dos días de campaña presidencial.

ROYAL LLAMA A LA MOVILIZACIÓN

Por su parte, Ségolène Royal, en Lille, se prestó al mismo ejercicio que Sarkozy. Si en Montpellier las referencias a De Gaulle marcaron la intervención del aspirante de la UMP, la emoción fue la coprotagonista del mitin de Royal.

Dicha emoción explicó que, entre los presentes, los hubiera con lágrimas en los ojos y que se lanzaran algunas rosas a los pies de la aspirante socialista a la jefatura del Estado francés. La candidata del PS francés instó a las cerca de 20.000 personas que acudieron a su último mitin a "permanecer movilizados" durante los dos días que quedan antes de la segunda vuelta de la elección presidencial.

"Os lo pido, movilizaros dos días más" para que así "la ola siga subiendo", dijo la candidata en alusión a una eventual adhesión en el último momento del electorado que necesita para vencer a un Sarkozy que, según los sondeos, será el futuro presidente de la República.

Para interpelar a los electores que votaron por el candidato centrista, y tercer aspirante más votado en la primera vuelta de la elección presidencial, François Bayrou, la aspirante socialista lanzó ideas que pueden llamar la atención de los casi 7 millones de votantes de Bayrou que resolverán la elección presidencial, según estiman los institutos de estudios de opinión.

De este modo, Royal volvió a instar a "salir de la lógica de la confrontación de los bloques", recogiendo los términos que utilizó Bayrou en su campaña para referirse al PS francés y a la UMP. La candidata socialista también dio cuenta de tener presente una de las prioridades de los centristas, la deuda pública, razón por la cual, Royal proclamó que en su futura presidencia "un euro gastado será un euro útil".

Aparentemente confiada en poder persuadir, con la colaboración de los militantes, a los indecisos y a los electores del centro, Royal llamó a votar por una mujer "osada", "no os arrepentiréis" aseguró, concluyendo que "la victoria está al alcance de la mano".